Hacía tiempo que ninguna serie de televisión levantaba la expectación del ‘Ministerio del tiempo’, pero de momento el resultado no desmerece la espera. Sin ser una obra maestra, la serie firmada por los hermanos Pablo y Javier Olivares (el primero fallecido recientemente) y producida por Onza Partners y Cliffhanger es un producto nuevo e interesante. Estos dos adjetivos son tan difíciles de ver en nuestro país que bien merecen el visionado de la serie. Y es que ‘El ministerio del tiempo’ es una serie de ciencia ficción sencilla y bien contada.
La trama es la siguiente: El ministerio del tiempo es uno más del gobierno de España, uno secreto, conocido por muy pocos y cuya tarea es evitar los cambios en el tiempo. Es decir, puesto que existe la manera de viajar en el tiempo, es necesario evitar que quienes logren hacerlo se muevan por motivos privados y con el objetivo de transformar la realidad a su antojo. Más que funcionarios son una especie de policía especial.
La protagonizan Rodolfo Sancho, un enfermo de 2015; Nacho Fresneda, soldado de los tercios de Flandes en 1569; y Aura Garrido, interpretando una de las primeras mujeres universitarias en 1880. Los tres serán el nuevo grupo de operaciones dentro del ministerio, a las órdenes de Cayetana Guillén Cuervo, Juan Gea y Salvador Martí. En el primer capítulo harán frente a una incursión de soldados franceses en el siglo XXI y deberán viajar al pasado para evitar que la historia cambie durante la ocupación francesa en España.
El punto fuerte, además de la novedad y su carácter didáctico, fue el inicio del primer capítulo, en el cual se cuidó mucho la presentación de los personajes. No obstante, si bien el guión era correcto, uno de los problemas del primer capítulo ha sido el que se tiene con los trajes nuevos, a los actores sus personajes les iban algo tirantes, se les notaba incómodos, un error simple de dirección, pero esperamos se solucione a medida que los actores vayan acostumbrándose. En especial habría que mencionar a Rodolfo Sancho, quien además lucha con la desventaja de ser todavía Fernando el Católico para muchos. El otro punto negativo de la serie es su estilo algo inocente en cuanto al contexto, para ser un ministerio secreto se echa en falta algo de intriga o profundidad. Sorprende también la muy torpe banda sonora, en Isabel (de los mismos creadores) tampoco destacaron por ser muy duchos al respecto, pero al menos sabían cuándo meter los temas que favorecían el crescendo y decoraban los momentos más dramáticos.
Tampoco ha favorecido a la serie el día elegido para su emisión. Se contaba con atraer la atención tras el partido de Champions, pero ha tenido que luchar contra la serie de antena 3 ‘Bajo sospecha’, cuyo inicio la semana anterior fue muy bueno. Consiguió el segundo puesto en las audiencias con un 14.8%, pero habrá que ver si logra mantenerlo.
Nada más, pese a sus fallos, ‘El ministerio del tiempo’ trae un aire fresco a la televisión patria, es entretenida y sin duda merece una oportunidad, al fin y al cabo, “el tiempo es el que es” y uno nunca sabe lo que ha de venir.
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