Este libro lo tenía como perdido hasta que visité la casa de mi cuñada y lo encontré en su sala de estar. Mi esposa se lo había prestado hace más de un año. De paso les comento que le gustó al igual que a mí. Es un libro simpático. Así lo califico porque la descripción del perfil del protagonista, y de la Francia del siglo XVII es relevante y muy ambientado en la época.
Junio de 1642, en el París de Luis XIII y del cardenal Richelieu, Louis Fronsac, un joven notario del reino, junto a sus amigos el poeta Vincent Voiture y el policía local Gaston de Tilly, investigan la muerte de un criado. Algo inusual tratándose de un plebeyo, pero éste es un caso también poco usual.
Ha sido misteriosamente asesinado con un arma desconocida, en plena vía pública atestada de gente, a plena luz del día, y sin que nadie se percate. Además, se trata de alguien al servicio de la marquesa de Rambouillet, una de las figuras más célebres de la corte.
Las pesquisas van a enredar a Fronsac y a sus amigos en una sórdida trama de conspiraciones que afectan a la seguridad del país y a sus poco amistosas relaciones con España, poniendo en peligro sus propias vidas.El misterio de la cámara azul es una novela policíaca con trasfondo histórico en la que Jean d´Aillon aborda, con una gran agilidad narrativa, un episodio real de la convulsa corte de Luis XIII y su esposa, la española Ana de Austria.
Una corte aterrorizada por el maquiavélico cardenal Richelieu y trufada de conspiraciones nobiliarias de la que es protagonista la enigmática cámara azul de la marquesa de Rambouillet. Magníficamente documentada, con una magistral dosificación del dato histórico que se diluye en la trama, El misterio de la cámara azul nos evoca al mejor Alejandro Dumas por su acción e intriga, a Victor Hugo por su calidad literaria y a Süskind por su sensorial realismo narrativo al recrear un París de higiene dudosa y olores nauseabundos, habitantes bullangueros de memoria maliciosamente retardada a la hora de gritar «agua va», y un trazado urbano tortuoso que permitía que la muerte acechara en sus sombrías esquinas.
Jean D'Aillon crea un personaje de época dedicado a la investigación, intelectual formado en la colegios de de renombre, se deja guiar por su intuición y por su capacidad de análisis. Formado en las armas por los sirvientes de su padre, eso le permite sobrevivir a las intrigas en las que se ve envuelto por su compromiso con sus investigaciones, no hay reto que más le provoque que indagar en lo aparentemente inexplicable hasta encontrar una respuesta.
Destaca por encima de todo el carácter ilustrador del autor, hace un recreación fantástica de la vida de esa época, del mapa del París clásico, de los personajes que rondaban la corte de la época;es más, es tremendamente didáctico, ya que utiliza frecuentemente al narrador en esta función de hacernos comprender en qué entorno y momento se encuentra el lector, lo que hace que podamos disfrutar con las descripciones de la calle parisina.