TÍTULO: EL MISTERIO DE LA CRIPTA EMBRUJADAAUTOR: EDUARDO MENDOZAEDITORIAL: SEIX BARRAL AÑO DE PUBLICACIÓN: 1978GÉNERO: MISTERIO-POLICIACA- HUMOR
SOBRE EL AUTOR: Nació en Barcelona en 1943. Ha publicado las novelas La verdad sobre el caso Savolta (1975); El laberinto de las aceitunas (1982); La ciudad de los prodigios (1986); La aventura del tocador de señoras (2001) y Riña de Gatos, Madrid 1936 (2010) entre otras muchas, por las que ha recibido numerosos premios. Recientemente le ha sido concedido el premio Cervantes.
RESUMEN: Las enigmáticas desapariciones de niñas del colegio de las madres lazaristas de San Gervasio son el punto de inicio de la aventura indagatoria que tiene como protagonista a un cliente del manicomio, quien, obligado a convertirse en investigador, se verá envuelto en toda clase de percances de los que logrará salir llevando a cabo su cometido y descubriendo una intrincada farsa de gente pudiente.
OPINIÓN PERSONAL: He leído este libro animada por mi hijo que está estudiando 2º de bachillerato, en el que es lectura obligatoria. Me ha parecido un libro realmente muy divertido hasta el punto de hacerme estallar en carcajadas al leerlo, pero esta vez no seré yo la que haga la reseña sino que voy a copiar directamente la que ha hecho mi hijo para presentarla en clase. “La obra se articula en torno a la resolución de un enigma, gracias a la cual se critican los problemas de la España de la época, en especial la corrupción (comisario Flores y Peraplana) y la religión (incompetencia de la Iglesia), mostrándonos cómo la democracia permite incluir elementos impensables hasta entonces en la sociedad (destape, homosexualidad). Destaca la imagen de loco-cuerdo del camaleónico detective sin nombre que pese a su baja condición social y quijotesca, es capaz de resolver de manera pícara y con ayuda de Mercedes Negrer, exiliada por un crimen que no cometió, el caso de los intrincados actos delictivos de Peraplana que el autoritario comisario Flores y el doctor Sugrañes, su psiquiatra, le presentan. Respecto al espacio, destaca la comparación entre los barrios más bajos de Barcelona con las lujosas zonas del Colegio de San Gervasio y las propiedades de Peraplana. En cuanto al tiempo, se describen los hechos en orden cronológico a lo largo de unos pocos días, organizados en 19 capítulos. El nivel de la lengua es culto y el autor hace uso del humor gracias al sarcasmo y a las situaciones surrealistas. Por otra parte, el detective realiza alusiones al lector, introduciendo así rasgos de la literatura oral que, junto a la reinvención de distintas tradiciones literarias como la picaresca, el esperpento y el Quijote, enriquecen enormemente la obra”
Mario Lozano