¿Volcanes activos?
Puede que haya una mínima actividad interior que ponga de tarde en tarde su aportación para crear una presión interior y haga salir en forma de gas y pequeñas cantidades de lava hacia el exterior y por medio de volcanes, como pudiera ser el pico del cráter Alphonsus y el famosos circo Plato, que es en realidad una gran llanura amurallada. Allí no hay pico, sino un suelo liso. ¿Existen acaso volcanes tan diminutos que no los podamos ver y surgen cuando hay actividad y desaparecen cuando cesa? Lo cierto es que Plato es punto de mira por su elevado número de TLP. Imaginemos por un momento que escapan chorros de gases desde el interior de la Luna, como si de géiseres se trataran, estos gases podrían provenir de grietas en la superficie provocadas por las tensiones de la gravedad de la Tierra o por la diferencia de temperatura que existe entre el día y la noche que pude superar los 300 grados y fragmentar grandes rocas o incluso el suelo lunar. Este gas al intentar salir al exterior debe toparse con la capa de polvo (regolita) que se encuentra cubriendo toda la superficie lunar y por consiguiente, la elevará a diferentes alturas de modo que quedará expuesta a las radiaciones del Sol y así hacerse luminosas. Varios chorros de gas que estuvieran más o menos alineados y a no mucha distancia de separación, darían la impresión de intermitencias y movimiento (cuando uno baja y se apaga otro sale del suelo con más fuerza y brilla). Según Wiltkins, los TLP pudieran tratarse de la mera reflexión de los rayos del Sol al incidir sobre ciertos materiales con mayor grado de reflectividad y de alto albedo. También cabe la posibilidad de que surjan efectos de fluorescencia por bombardeo de electrones solares. Otra posibilidad es la caída de meteoros sobre la superficie lunar. Esencialmente cuando la Tierra atraviesa los restos de algún cometa y se produce una lluvia de meteoros, como es el caso de la Leónidas, hay constancia de la caída de estos meteoros en la Luna, dejando destellos en la superficie oscura de la Luna, pero no dejan de ser destellos que duran pocos segundos, no tienen nada que ver con los TLP que duran horas siendo visibles o desplazándose de un lugar a otro. La duda en todo caso nos invade ante la larga serie de conjeturas con las que jugamos. De momento el misterio sigue ahí.
Fuente: abc ZONA-CIENCIA