Vivimos en una ciudad de Castilla, con su casco antiguo y sus adoquines. Y he pensado que voy a adoquinar ( se dice así?) el pasillo de casa. No será tan calentito como la madera pero todo sea por descansar y dormir un poco.¿Qué tiene el cochecito que no tiene la cuna? ¿Por qué a los bebés les gustan tanto los baches y empedrados?
Cuando salimos de paseo la Chiquinina duerme como un lirón. Si entramos en un bar ( qué bien nos ha venido la ley antitabaco), da igual el jaleo que haya o el volumen de la música, ella sigue planchando la oreja. Al Chiquinini cuando era un bebé le pasaba lo mismo. Y si el paseo fallaba, la solución era meterse con el cochecito por las calles adoquinadas. Eso sí que no fallaba.
Pero curiosamente cuando llegas a casa, por muy sigiloso que seas y mucho cuidado que tengas, por mucho que cruces los dedos para que aguanten dormidos diez minutos más y te dé tiempo a darte una ducha o hacer un pis sin estresarte....es meter la llave en la cerradura y no sé cómo lo saben, pero inmediatamente abren el ojo. Será posible?!