El misterio de Waldo de los Ríos, el genio que compuso el 'Himno a la alegría’.

Publicado el 27 noviembre 2024 por Santiagomiro
Waldo de los Ríos en una imagen del documental 'Waldo'

“Cuando suenan los acordes del cuarto movimiento de la novena sinfonía de Beethoven la gente no piensa en el compositor alemán, sino en Miguel Ríos. La voz del cantante español entonando el conocido como el Himno a la alegría ha sustituido en el imaginario popular el clásico original. Solo unas notas para que la gente comience a decir eso de ‘Escucha hermano la canción de la alegría, el canto alegre del que espera un nuevo día’. Desde que la canción viera la luz en el segundo álbum del músico, Despierta, en 1970, se convirtió en un éxito no solo en España, sino que también fue número uno en las listas de Australia, Canadá, Alemania o Suiza”.Así lo escribe Javier Zurro en ElDiario.es.

“Detrás del pelotazo del Himno a la alegría está el talento de Waldo de los Ríos, compositor argentino que fue una celebridad desde finales de los años 60. Tuvo su propio programa con su nombre en grandes letras; se encargó de la banda sonora de obras maestras como ‘¿Quién puede matar a un niño?’, y fue una figura fundamental en la España de la última década del franquismo. Aunque nacido en Argentina, fue aquí donde se convirtió en una estrella, sobre todo por el éxito del Himno a la alegría. Todos los mimbres para una vida idílica que terminó de forma abrupta en 1977, cuando se suicidó en su casa de un tiro en la cabeza.

“El legado de Waldo de los Ríos se ha limitado a aquella canción, pero su nombre no se ha reivindicado, siendo hasta olvidado por muchos con el paso del tiempo. Ese fue uno de los motivos que llevó a los directores Charlie Arnaiz y Alberto Ortega a realizar un documental, Waldo, en el que indagan en la figura del músico e intentan resolver el misterio de su muerte, ¿Qué pasó por la cabeza de alguien que a priori lo tenía todo, para que decidiera quitarse la vida? En este caso lo que ocurría en la calle, la represión del franquismo tiene una importancia fundamental en el personaje, ya que Waldo de los Ríos era homosexual, vivió los prejuicios de la época y nunca pudo vivir su sexualidad en libertad, sino entre las paredes de su casa, convertida en su reducto de libertad. Waldo muestra la Cara A del personaje, la que se conocía, su auge, su fama, sus éxitos, hasta llegar a su trágica muerte que sorprendió a todos.

“La afición de Waldo de los Ríos por grabar todo hizo que desde el momento de su muerte se especulara con que podía haber grabado su muerte. Fue publicado en todos los medios, pero nadie encontró la cinta. Los directores reconocen que sí pensaron que en alguna de las cajas llenas de material que abrieron podrían encontrarse con ‘el momento fatídico’. Es algo que a veces queríamos encontrar, otras veces no. De todas formas, esa es una de esas grandes preguntas que no están resueltas.

Donde sí hacen hincapié, y acaba convirtiéndose en el corazón del filme, es en reivindicar a Waldo de los Ríos como uno de tantos artistas que no pudieron vivir su sexualidad en libertad y vivió la homofobia de la época de la dictadura. “Es una de esas personas que luchó por algo tan sencillo como amar a quien quería. Waldo podría haber sido feliz, y no lo fue por una simple cuestión de tiempo. Justo un año después de su muerte empezaron a revolucionarse las leyes, la sociedad y a concederse derechos. Por eso ese final es tan bonito, una forma de homenajear a las personas como Waldo, a los que salieron a la calle a reivindicar sus derechos, algo que él no pudo hacer”. Quizás el misterio de Waldo de los Ríos siga sin descifrarse, pero al menos ahora la gente podrá conocer su nombre y entender todo lo que ocurría detrás de sus gafas y su sonrisa.