El inspector Jiménez ha sido trasladado desde Sevilla a Madrid. Allí se reencuentra con su querido compañero, Villanueva, con el que tantos casos ha solucionado: el asesino de la regañá, el crimen del palodú... Pero la trama de los rancios contra los "modernitos" parece no tener fin. Se enfrentan ahora a un rancio-killer que está haciendo estragos matando a moderneces tales como un afamado Dj, un director de cine infumable, un famoso dibujante de cómics -Marvel, por supuesto-, o un tuitero baboso e insoportable... Y lo hace de maneras cada vez más extrañas y sofisticadas... E incluso se permite el lujo de retar a Jiménez mediante un chat de extraño nombre: «El perro, la mermelada y el cantante»...
Hoy vengo con un libro con un título muy divertido y sugerente, invita a su lectura nada más leer el título. Traigo la reseña de El misterio del perro, la mermelada y el cantante.
Y me preguntaréis por qué tiene ese título? El asesino tendrá la contestación, ¿por qué esa leyenda urbana que recorre España?, nadie sabe con certeza como se originó... pues aquí tenemos una posible contestación.
Como en el anterior libro que leí, el autor vuelve a ocupar parte de las hojas con dibujos y esquemitas de las distintas historias que van pasando como recortes de periódicos, fotos del congreso, o la típica imagen de eurovisión. En este libro todo vale, pero no por ello, las cosas no cuadran; dentro de su orden todo va cuadrando y encajando muy bien.
En resumen, El misterio del perro, la mermelada y el cantante es un libro absurdo, pero que no dejas de reírte por lo divertido, ameno y sugerente de la trama: matan a gente moderna y con profesiones modernas. Un ligro genial para una tarde que necesitemos unas risas. En el libro, volvemos a ver una crítica irónica y sutil a casi todo lo que va aconteciendo actualmente. Además, gracias a un glosario muy divertido veremos lo que es un sevillano "de pro" con frases tan fantásticas que no dejarás de reír.
Gracias a la editorial Almuzara por el envío del ejemplar