El libro “La vida maravillosa – El esquisto de Burgess y la Naturaleza de la historia” (1989) es todo un clásico de la divulgación científica centrado en la explosión cámbrica y más concretamente en los descubrimientos de Burgess Shale. No es un tratado al uso porque casi se puede leer como si se tratase de una novela por entregas. Su autor es el paleontólogo y excelente escritor científico norteamericano Stephen Jay Gould (1941-2002). Como comenta en el libro, en su día estuvo trabajando en Burgess Shale, aunque es algo que forma parte del anecdotario permite entender que conocía al detalle no sólo el yacimiento, los fósiles cámbricos y a los investigadores que hicieron el trabajo, sino también cuándo y cómo se produjo la tranquila revolución científica que supuso la reinterpretación de la fauna cámbrica allí fosilizada. El monumental trabajo se debió fundamentalmente al gran paleontólogo inglés Harry B. Whittington (1916-2010), experto en morfología de trilobites, quien en colaboración con sus estudiantes Derek Briggs y Simon Conway Morris reveló que la interpretación clásica de este yacimiento había sido errónea en su mayor parte. Con el elegante estilo que le caracteriza, Stephen J. Gould va desmenuzando la historia del descubrimiento y la reinterpretación de esta fauna de la que procedemos todos en última instancia. Anatomías desconocidas hasta entonces, morfologías misteriosas, depredadores inquietantes, en definitiva seres que sacuden nuestra imaginación y nos dejan sumidos en una extraña sensación de incomodidad intelectual. La radiación surgida tras la explosión cámbrica abrió un enorme interrogante que parece ser seguirá abierto durante años. Muchos grupos de investigadores están intentando encontrar explicaciones que acomoden esta fauna marina increíblemente diversa, de hace más de 500 millones de años y que surgió aparentemente en el breve plazo geológico de 10-15 millones de años, al marco conceptual que establece la todopoderosa teoría sintética. El libro por otra parte introduce al lector ligeramente en la interesante morfología de los artrópodos para que se pueda apreciar mejor el alcance de la explosión cámbrica y este intricado asunto del misterioso origen de los animales. Un saludo