"De algún modo, vemos una cantidad sustancial de nitrógeno en la Luna, mucho más que el depositado por el bien conocido viento solar, y no tenemos una sola pista de dónde viene", dijo John Kerridge, astroquímico en la Universidad de California en San Diego, La Jolla, co-investigador del estudio sobre el enigma de la Luna. "Es desconcertante".
Aunque el viento solar del Sol ha depositado nitrógeno en la Luna, este nitrógeno solar se compone principalmente de los isótopos más ligeros, como reveló la nave espacial Génesis de la NASA en las muestras de viento solar que recogió. En contraste, una combinación de isótopos de nitrógeno mucho más pesados supera a este nitrógeno solar alrededor de 10 a 1 en la Luna.
"El nitrógeno de la atmósfera que respiramos no es el mismo que el que inicialmente estaba presente en el Sistema Solar", dijo el co-investigador astroquímico Kurt Marti, también de la Universidad de California de San Diego en La Jolla.
Resolver el misterio que hay detrás de dónde proviene este nitrógeno "no solar" podría arrojar luz sobre las antiguas fuerzas que guiaron los orígenes y la evolución de la Tierra y el resto del Sistema Solar. Una de las alternativas sobre el origen del nitrógeno no solar es que proviene de los cometas.
"Sin embargo, no concuerda completamente; los cometas también están altamente enriquecidos con deuterio, del que no vemos tanto en la Luna", dijo Marti.
Marti y Kerridge detallan esta investigación en la edición del 28 de mayo de la revista Science.
Otra posibilidad es que este nitrógeno viniera del espacio interestelar mientras nuestro Sistema Solar viaja alrededor de la galaxia. Los telescopios son ahora lo suficientemente potentes para explorar la materia interestelar y determinar los isótopos de nitrógeno que posee, señaló Marti.
La Luna podría ser un lugar ideal para descubrir de dónde vino este nitrógeno no solar. Por ejemplo, a juzgar por las muestras lunares recogidas por el Apolo 16, "este nitrógeno no solar sigue llegando de algún lugar desconocido", explicó Marti. "En el cráter South Ray de 2 millones de años de antigüedad vemos este nitrógeno y también en otro cráter formado hace 50 millones de años".
"La superficie de la Luna es como un museo de historia", añadió Marti. "Si podemos identificar cuándo se implantó el nitrógeno en la superficie lunar, entonces podremos rastrear cuál es su historia".
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