(...) la selección natural es en gran medida agnóstica con respecto a la inteligencia. A nosotros, homínidos de gran cerebro, nos gusta pensar que el poder de la información (...) nos permitirá resolver finalmente los grandes problemas de la modernidad, posibilitando a largo plazo la continuidad de nuestros descendientes. Pero no tiene por qué ser así necesariamente. Los dinosaurios eran mucho más inteligentes que las cucarachas, los Australopithecus eran Einstein comparado con ellas, y aun así las cucarachas han recorrido un camino mucho más largo que todos nosotros, y se espera que sobrevivan sobradamente al Homo sapiens.Douglas Kenrick, 2013.
Esta cita -traducida de aquella manera- le viene de perlas a aquel post: