NUESTRA OPINIÓN....
El Monasterio es la tercera entrega de la trilogía que Luis Zueco ha dedicado a la Edad Media y que comenzó con El Castillo y continuó con La ciudad.
Vaya por delante que cualquiera de estas novelas se puede leer independientemente ya que sólo tienen en común que se desarrollan en la Edad Media pero ni los períodos, los personajes o los lugares son comunes, aunque todas ellas se desarrollen en Aragón.
Bizén forma parte de una comitiva que se dirige al Monasterio de Santa María de Veruela, un lugar situado en los límites de los reinos de Castilla, Navarra y Aragón, y que, por lo tanto, es testigo de continuas disputas entre estos reinos.
Aunque han tenido mucho cuidado durante todo el recorrido para no caer en alguna de las emboscadas y escaramuzas que tan frecuentes son en estos caminos, cuando están llegando a su destino sufren un asalto del que tan sólo el ayudante del Notario que allí se dirige con un mensaje para el Abad del Monasterio, llega sano y salvo.
Con lo que no cuenta Bizén es que no va a ser nada fácil completar la misión que le habían encomendado a su maestro y que hasta allí le ha llevado. En el Monasterio acaba de cometerse un crimen y el Abad le pone como condición para dar cumplimiento a lo que en el mensaje que hasta allí ha llevado se le solicita, que investigue hasta desvelar quien es el culpable de ese crimen.
A través de esta historia que tiene mucha intriga y misterio, Luis Zueco va a aprovechar para que conozcamos un poco más de la historia de la Edad Media, a la vez que nos sumerge de lleno en cómo era la vida de un monasterio del Císter en el Siglo XIV, cómo los monjes se repartían las tareas y cómo dividían sus días. Unos lugares donde en la Edad Media se concentraba muchísima riqueza, además de ser centros económicos, políticos, de saber, de poder e incluso militares. Porque un monasterio no era solo la Abadía en la que vivían y oraban sus monjes sino un recinto amurallado con herrería, hospedería, ganado, tierras de cultivo, etc. y cuya población trabajaba para la Orden.
No se le puede negar a Luis Zueco que con un lenguaje claro y de forma sencilla y didáctica nos trasladará entre los muros del Monasterio de Veruela, acompañaremos a los monjes en la iglesia a sus rezos, transitaremos por sus pasillos y el claustro, visitaremos la botica, la sala capitular, el scriptorium, la cámara abacial, sentiremos el calor del calefactorio, entraremos en la cilla, seremos testigos de la preparación de los alimentos que los que los monjes darán cuenta en el refrectorio bañados con el vino que el monje encargado prepara, logrando una ambientación magnífica, y todo esto lo consigue sin lastrar en modo alguno la narración.
Como ya sucediera en las otras dos novelas, El Castillo y La ciudad, aquí también El Monasterio se erige en un personaje más de la novela, una novela coral en la que, al principio, tengo que reconocer me costó hacerme con el quién es quién de los monjes, algo que poco a poco fue quedando atrás, gracias a que el autor dota a cada uno de las características suficientes para diferenciarlos
El Monasterio es una novela en la que el contexto histórico tiene gran influencia en una historia que engancha desde el principio, que aun teniendo un ritmo pausado en ocasiones, no da tregua, sobre todo teniendo en cuenta que los hechos transcurren en sólo una semana, lo que unido a la fluidez de la narración, el relato de la vida en el monasterio, la rigurosidad de los datos históricos, el misterio, el suspense y la acción, harán sin duda que el lector disfrute con ella.
FICHA DEL LIBRO
FRAGMENTO