El motín de los Gatos

Por Exprimehistorias

El 28 de abril de 1699, estalló, en Madrid, el motín de los Gatos o motín de Oropesa, mientras que las camarillas de la corte se disputaban la herencia de Carlos II el hechizado.

La mala salud del rey Carlos II de España, provocó que el gobierno estuviera en manos de su hermanastro Juan José de Austria, - hijo ilegítimo de Felipe IV- o el Padre Nithard, - valido de la reina Mariana de Austria, esposa de Felipe IV- .

Aunque el rey casó en segundas nupcias con la reina Mariana de Neoburgo, se comprobaba que iba a morir sin descendencia.

En la corte dos partidos se disputaban la herencia del rey en vida:

  • El primero era el borbónico, que era liderado por el arzobispo de Toledo, el cardenal Portocarrero. Este deseaba que le sucediese Felipe de Anjou, nieto del rey Luis XIV y su esposa María Teresa, quien a su vez era hija de Felipe IV de España y hermanastra de Carlos II.
  • El otro era el de los austracistas. Deseaban que la corona la heredase la familia Habsburgo y su candidato era el archiduque Carlos de Austria, segundo hijo del emperador de Alemania Leopoldo I. El archiduque tenía en la reina Mariana su mayor apoyos.

Carlos II, intentó acabar con estas disputas nombrando heredero a su sobrino-nieto José Fernando de Baviera en 1696. Así esperaba satisfacer a los dos partidos, pero al morir el niño al cumplir los siete años en febrero de 1699, esto volvió a provocar nuevos enfrentamientos entre borbónicos y austracistas.

El Cardenal Primado Portocarrero, líder de los bavieristas, intentó un nuevo pacto que tenía como objetivos la caída del Conde de Oropesa (Presidente de Castilla desde 1698 y primer ministro de facto) y un nuevo acuerdo sobre la sucesión.

Para acabar con Oropesa y su gobierno, Portocarrero actuó de varias formas:

Señalaba como culpables de esta situación a la Reina y su camarilla alemana y al gobierno de Oropesa.

"la púrpura me obliga a denunciar todo esto y por eso unos y otros me atacan y promueven papeles y atacándome atacan a Su Magestad, a la Monarquía y a la Religión [...] dicen que ojalá ahora hubiera otro Cisneros [...] y digo que lo hay (en referencia a él mismo)"

Organizó un golpe de estado contra el gobierno. Dicha conspiración se fraguó en la casa del Marqués de Leganés (sobrino del Cardenal). A estas reuniones acudían, entre otros, los Condes de Monterrey y Benavente. Así mismo el embajador francés Harcourt se reunía con el Conde de Monterrey en La Zarzuela planeando un levantamiento popular.

Motín de los gatos

Por las calles de Madrid se rumoreaba que la esposa del Valido estaba acaparando grano y aceite para especular con ellos y enriquecerse. Los madrileños pensaron que los culpables de la crisis eran el Conde de Oropesa y el corregidor de la ciudad, don Francisco de Vargas.

La mañana del 28 de abril de 1699, a eso de las siete, el corregidor don Francisco de Vargas acudió a la Plaza Mayor en visita de inspección.

El corregidor se encontró con unas mujeres que intentaban comprar. Una de ellas le recriminó por no tomar medidas contra la subida de los precios, ya que ella, su esposo y sus seis hijos pasaban hambre. Era imposible saciarlos con el pan, caro y negro, que acababa de comprar a doce cuartos...

El Corregidor le aconsejó que "diese gracias Dios de que no le costaba dos reales de plata", a lo que añadió en tono burlón:

"Haced castrar a vuestro marido para que no os haga tantos hijos". Eso fue la chispa que hizo que la situación explotara.

Le increparon y al hacer que detuviesen a algunos de los que le insultaban hizo que la gente se liara a pedradas y golpes contra el Corregidor que hubo de refugiarse en una tienda. Este fue el detonante del motín.

La multitud decidió acudir al Alcázar Real de Madrid con gritos a favor del monarca y contra Oropesa y el corregidor. Al llegar frente al Alcázar se pidió pan y que Francisco Ronquillo sustituyese al corregidor de Madrid.

No pudieron ver al Rey pero sí al Conde de Benavente, Sumiller de Corps del rey y unos de los conjurados contra Oropesa, que les dijo:

"que acudiesen al Presidente de Castilla (el Conde de Oropesa), que él les haría justicia".

El Consejo de Castilla, era responsable del abastecimiento de la Villa y su Presidente se había acogido a este cargo para ejercer como Primer Ministro. Dirigirse a él significaba dirigirse contra el actual gobierno.

La gente se dirigió entonces al palacio de Manuel Joaquín Álvarez y Pimentel, VIII conde de Oropesa situado en la Plazuela de Santo Domingo, cantando:

"Viva el rey, muera el mal gobierno" y "muera, muera el perro que nos ha traído esta miseria".

Forzaron las puertas del Palacio, lo asaltaron y lo saquearon. Los hombres de Oropesa respondieron abriendo fuego y causando varios muertos.

Hubo religiosos que acudieron con el Santísimo Sacramento e imágenes de Cristo para apaciguar los ánimos.

El Gobierno se vio obligado a nombrar a Ronquillo como nuevo Corregidor, quien montando a caballo y con un crucifijo en la mano se dirigió a la residencia de Oropesa consiguiendo sacar al Conde y su familia de incógnito.

El conde de Oropesa, que cuando su casa fue invadida, estaba en cama con un ataque de gota, logró escapar disfrazado con un hábito de monje al convento del Rosario, y también huyeron su esposa e hijos a través de la pared de otra casa. Se refugiaron en las casas del Inquisidor General Tomás de Rocabertí.

En el Alcazar

La reina se asomó a la ventana, prometió satisfacer las demandas populares, pidió a los congregados a las puertas del Alcazar, que se retirasen a sus casas y les dijo:

- Hijos, el Rey duerme.

Pero no tuvo éxito porque lo que se pretendía es que se presentase el rey.

A esto contestaron:

- No nos lo creemos, no son horas de dormir

Este se vio obligado a asomarse, enfermo como estaba al balcón del antiguo Alcázar para suplicar perdón a los madrileños. Su Majestad, saludándolos con el sombrero y con una reverencia.

La muchedumbre dejó de gritar y le pidieron perdón. El Rey dijo:

"sí, os perdono, perdonadme vosotros también a mí porque no sabía de vuestra necesidad y daré las órdenes necesarias para remediarla".

- Hijos míos, he dado al Corregidor las órdenes que deseáis, con plenas facultades para hacer todo cuanto pueda contentaros.

Se dirigió al Corregidor diciendo:

- Y vos, don Francisco Ronquillo, os otorgo plenas facultades para hacer o deshacer cuanto sea preciso para el bienestar de mis súbditos.

El Almirante, al oír las primeras señales de tumulto, salió de su casa en un carruaje modesto tirado por dos mulas y con las cortinas echadas, tomó un camino privado hasta el Palacio. Lo reconocieron y le saludaron llamándole "gallina" y "traidor".

El 9 de mayo, Carlos II escribió al Conde de Oropesa exonerándole de la Presidencia de Castilla por sus achaques para que se retirase a descansar fuera de Madrid.

El Conde, según informó el embajador imperial Harrach, solicitó ser restituido en su puesto, pero no logró nada y se vio obligado a salir de la Corte el día 13.

Aunque se ofreció la presidencia del Consejo de Castilla a Portocarrero, éste no la aceptó y se le otorgó a don Manuel Arias, Comendador de Malta, cercano al Primado y amigo de Ronquillo y Monterre y.

Don Francisco de Vargas fue relevado de su cargo y sustituido por Francisco Ronquillo, también partidario de los borbones. Se impusieron además fuertes multas a los acaparadores. El precio de la carne, el pan y el vino bajaron.

El Almirante desde el motín estaba encerrado en su casa con 3.000 hombres de armas. Salía para ir a Palacio acompañado por un retén de 100 soldados. La situación del Conde de Aguilar y el resto de miembros del Gobierno, así como de Grandes y Títulos, era la misma.

El día 22 Harrach informaba a Leopoldo I de la jugada política que había detrás del motín madrileño y como Portocarrero había dado un golpe de estado.

La verdadera causa del aumento de los precios

Se debió a la desastrosa cosecha del año anterior. El precio del trigo subió en el año 1699 más del 100%, esto supuso una gran escasez, ya que el pan no solo era caro y malo, sino que llegó a afectar incluso a los mejor dotados económicamente.

Por ejemplo, el embajador inglés Stanhope se tenía que proveer diariamente en el mercado de Vallecas, que estaba a dos leguas de la Villa, y si llegaba a su casa era gracias a la fuerte escolta que protegía a los porteadores.

Una coplilla surgió en los días siguientes al motín

Millones, sisa, alcabala

y otras mil imposiciones

dan de comer a ladrones.

y es, señor, vergüenza mala

que un reino, con quien no iguala

ninguno, aunque mas le sobre,

se vea mendigo y pobre.

Testamento del rey Carlos II

En octubre de 1700 Carlos II mandó redactar un nuevo testamento en el que nombraba heredero a Felipe de Anjou, mas tarde Felipe V. Un mes después falleció dando lugar a la Guerra de Sucesión, ya que los austracistas no estaban conformes con la elección hecha por Carlos II.

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