El Mountain Graphite 30 Pro de 17 pulgadas de Victor y su experiencia

Publicado el 15 octubre 2014 por Liher

Este articulo es especial ya que no lo he escrito yo, lo ha escrito Victor, un amigo con el que estuve intercambiando emails hablando sobre que portátil comprar y finalmente se decidió por un Mountain Graphite 30 Pro de 17 pulgadas, un pedazo de maquina del copón ;D. Aquí nos cuenta como han ido sus primeros días con el y su opinión. Desde aqui quiero agradecer a Victor aceptar escribir este articulo que le pedí y el tiempo que le has dedicado y espero que lo disfrutes. Un saludo amigo.

En este artículo voy a relatar mi experiencia, aún corta con un nuevo portátil adquirido. Tras mucha deliberación y siguiendo los buenos consejos de Liher, opté finalmente por un modelo Grafite 30 Pro con pantalla de 17 “ de la marca de Mountain. Aunque algunos buenos blogeros ya han expuesto sus impresiones sobre este modelo o alguno parecido, este será un punto de vista personal y poco profesional sobre el tema. No voy a enumerar sus componentes ni conectividad, pues seguramente lo conoceréis por su página web. Aquí debo hacer notar que me no me quedó claro los componentes del equipo arriba mencionado con las fotos e imágenes que desde la web se pueden ver. Hasta que no llegó el portátil a mi casa, no me quedó claro que no traía lector de huellas junto al touchpad. A lo mejor son imágenes genéricas y no corresponden al modelo seleccionado en la página. Acostumbrado a comprar portátiles para los míos o para la empresa donde trabajo, cuando me llegó el equipo venía perfectamente embalado por la empresa de transporte y notificado que se transportaba material electrónico. Además, le empresa Mountain no especula en cuanto a embalaje propio. Una caja amplia embala el equipo acomodado en funda a medida para el portátil y los accesorios. Esto otorga mucha tranquilidad y confianza en el transporte del equipo. Una vez abierto y montados la batería y el cargador, observo que el equipo es grande y los detalles y acabados son de calidad. El equipo no venía con sistema preinstalado, aún habiendo solicitado. La única razón era tener de primera hora todos los controladores instalados “out of the box” y empezar a disfrutar, pues, con componentes tan nuevos, temía que no pudiera funcionar todo si yo instalaba el sistema operativo. Pero lo achaco a un despiste de última hora por el equipo técnico. Además, los aficionados gozamos (sí, gozamos) instalando, reinstalando, desinstalando e instalando de nuevo otra distro. Como conocía de la compatibilidad de Ubuntu Unity 14.04, pero me gustaba el entorno KDE, intenté instalar KDE 14.04. Igualmente todo fue bien, salvo que no tenía los controladores de la tarjeta dedicada Nvidia ( GTX860). Intenté instalarlos tras una actualización del sistema, pero me topé de frente con un problema de entorno Xorg que no supe resolver pese a la ayuda de la “Internet”. Así que volví de nuevo a Ubuntu Unity, con partición root y home en el disco SSD y una innecesaria swap en el disco HDD. El resto del disco HDD lo he dejado para Biblioteca, Discoteca y Videoteca montándolo como Media. Todo fue casi genial como esperaba, resolución de la pantalla a 1080, pantalla excepcionalmente cómoda.

Me falta probarlo a pleno luz solar para comprobar el tema de los reflejos que las pantallas lcd mate combaten. Con ilusión probé las teclas Fn de acceso a volumen, brillo, y las Hot keys. Desgraciadamente no todas funcionan, o yo no las he hecho funcionar. Sí las más típicas como son las de volumen, apagado de pantalla, mute, suspensión y brillo, no las de modo avión, captura de pantalla y touchpad. También comprobé que no me funcionaba la webcam ( insólito por su simpleza) de primeras ni tras actualizar el sistema. Seguí las instrucciones para instalar los controladores de la tarjeta Nvidia de la web de MuyLinux, y puedo atestiguar que ha sido coser y cantar, incluso el “cambiador de tarjeta gráfica” Nvida Prime. Tras los consejos y experiencia de otros blogeros y por lógica pura, los drivers de Nvidia han de dar mejor rendimiento a sus componentes que Noveau ( bravo por los esfuerzos), por lo que descarté los últimos y tampoco me decidí por Bumblebee que, para los que lo desconozcan, es la contrapartida en Linux de Nvidia Optimus. Me tendré que conformar por ahora con esto hasta aprender algo más.

Continuando con el hardware, debo destacar la solidez del teclado, el tacto intermedio del touchpad ( no me gustan ni muy rugosos ni muy pulidos) deshabilitado por defecto pues me gusta mi ratón. Sí he notado que el filo del portátil va a ser una contrariedad en el caso de ocupar muchas horas escribiendo. Lo achaco al grosor del portátil y a los filos recortados de su diseño. He podido solucionar este contingencia inclinando el equipo unos grados a modo de atril o usando una base inclinada con ventilador de enfriamiento, de manera que evito hincarme el filo del portátil. En los próximos días probaré una almohadilla para las muñecas que alineen su altura con el reposa-muñecas del equipo. A mi parecer el teclado está desplazado a la izquierda desde el centro del equipo, lo que hace que una de las muñecas se posen justamente en el vórtice inferior izquierdo del portátil, algo incómodo ( y, sin embargo, creo el teclado numérico derecho obligatorio). Paso bastantes horas frente a un teclado de escritorio en el trabajo soportando el Uindos y conozco la ergonomía de la postura para escribir. Con respecto a los leds indicativos del sistema, reconozco que nunca les he hecho mucho caso, pero me parecen bien ubicados y funcionales. En lo que respecta a la posición de los puertos usb, nada que destacar. Si acaso, aplaudir que el puerto usb/esata en la derecha y el usb 2,0 en la izquierda se sitúen cerca de la pantalla y no estorben en en el caso de usar un periférico como un ratón o una tableta gráfica. Las bisagras de la pantalla son robustas y firmes, no hay oscilación salvo que uno zarandee el portátil. La barra/altavoz tiene una gran calidad para ser un portátil, un sonido claro para música y películas, incluso a un volumen alto no existe distorsión.

En el apartado de hardware no hay más que por ahora pueda o deba destacar, salvo que le habría hecho falta un teclado retro iluminado, también útil para los que usan el equipo en ambientes poco luminosos y no para jugar únicamente. No he hecho pruebas de benchmark ni nada por el estilo, pues no manejo herramientas para su testeo, y en la web hay muchos blogs sobre las virtudes del potencial del hardware. Por mi parte, confiaré en el trabajo de otros más metódicos y experimentados en este apartado. Si cabe, destacar que el equipo va como la seda en el Ubuntu Unity que instalé, aunque creo que este equipo se “cargará” lo que le echen.

No acostumbrado a trabajar con material tan potente, mis impresiones con el sistema son muy buenas. Hasta comprar este portátil, no conseguía iniciar un equipo por debajo de los 15 segundos desde que dejé olvidado en un cajón mi Asus EEEPC701 con su xandros de serie. Por cierto, el equipo está operativo en 15 segundos, y eso que ya he trasteado y particionado el ssd, reinstalado grub y algo que no haya percibido. No sé si será gracias al sistema Ubuntu, pero el ventilador del equipo apenas se escucha mientras escribo este artículo. En ocasiones breves he forzado más el equipo y sí se ha notado bastante. Una vez intenté recodificar una peli de vídeo en mkv, y se pusieron los núcleos al 98 % y la temperatura a 95 ºC, creo que mucho para cualquier ordenador. Ni decir que aborté el proceso al instante. No puedo afirmar que no sea este portátil la herramienta más apropiada para estos menesteres. Por alguna razón venden este equipo para trabajos gráficos pesados y duraderos, sin embargo comenzaré con procesos de conversión de vídeo más livianos para testear el equipo. Pero ya se sabe, más potencia, más calor, más ruido. También mi coche suena cuando le piso para incorporarme a la autovía.

Pero es cierto que también he intentado instalar otras distros que he usado en el pasado, como son Mageia y su predecesor Mandriva y OpenSuse. He estado probando todas la versiones de Mageia en el pasado y quería comprobar si el portátil se comportaría igual de bien que Ubuntu. Y Opensuse también me ha dado muy buenos ratos en materia de trabajo y de exploración. Pero debo reconocer que Ubuntu acostumbra a ser un equipo que afina bastante allá donde lo instalo en lo que respecta a detección de componentes. En las otras distros rara vez he podido instalar todo y comenzar a usar el equipo recién instalada una distribución “out of the box”. Por ahora no me planteo usar ninguna versión de Uindos, pues no me interesa y, hasta la fecha, no necesito ningún programa que corra sobre Uindos y que Wine no pueda abrir. Como tengo intención de usar el portátil para jugar esporádica o frecuentemente a juegos de pc, veremos si cualquier plataforma Linux o el mismísimo SteamOS una vez lo liberen es capaz de plantarle cara a los juegos diseñados para plataformas de los de Redmond. Volviendo al tema que me ocupaba, hice una partición el disco SSD para instalar Mageia 4.1 con KDE. Estuve con ella unas horas probando el equipo, pero me alarmó el exceso de ruido del ¿ventilador?, como si estuviera obligado a funcionar perpetuamente con el equipo encendido. La verdad, no me gustó, pues en comparación con Ubuntu Unity, el ruido era demasiado alto. No he tenido ocasión de pulir el comportamiento de la distro en el portátil, a lo mejor los controladores Noveau ( y esto sólo es una suposición) de la tarjeta de Nvidia obligaban a trabajar más, pero le daré otra oportunidad en el futuro y comprobaré un Mageia gnome, que también tira de recursos gráficos. En cuanto a Opensuse, me decanté por la versión 13.1 KDE, la más reciente hasta ahora. Tuve ciertos problemas para comenzar la instalación, y estaban relacionados con la tarjeta dedicada de Nvidia. Incluso intenté una instalación en una máquina virtual, con resultados similares. Sólo a la tercera vez ( y esto es producto de mi inexperiencia) pude hacer una instalación limpia sobre el disco. También esta vez oía el ventilador muy ruidoso. Una vez instalada requirió de una actualización que me llevó cerca de una hora y, cuando fui a reiniciarlo, perdió la sesión de usuario creado, además de falta de espacio. A lo mejor me equivoqué al instalarlo todo en el SSD y no haber dejado de espacio en el HDD para /home. Desde mi experiencia con Opensuse, la instalación del sistema se me hace últimamente más difícil e ininteligible, cosa que no me ocurre en otras ( ¿me estaré volviendo idiota?). Desde luego, esto sí me ha pasado en otros ordenadores con Opensuse 13.1. Quizá una instalación limpia y sin ninguna distro erradique estos errores. Así que me quedé con Ubuntu únicamente por ahora ( o sea reinstalación de grub – gracias, ‘grub-customizer’), pues el equipo es plenamente operativo y, por ahora, ningún error ha surgido.

Por último, quiero también hablar de la atención técnica post venta de Mountain. (Aquí manifestaré mi aversión por la ineptitud y la ineficacia, cosas que repudio en verdad si veo en ellas desidia y desdén. Soy muy exigente, sobre todo cuando adquiero un producto de determinado valor en el canje.) Hasta la fecha, el servicio técnico de Mountain ha respondido a las preguntas que hecho, pese a no tener todas las soluciones, que no le correspondían por obligación. Y a través de su colaboración en la página de muylinux (me remito a la Zona Mountain de la misma página) me han resuelto con mucha educación y comprensión algunos defectos de la instalación que yo realicé, amén del artículo para instalar los últimos drivers funcionales para la tarjeta Nvidia. Tanto para llamadas telefónicas como para mails, sus respuestas han sido excelentemente educadas. Quizá habrá que esperar a un fallo en el hardware (ojalá no me ocurra) para comprobar su comportamiento. Me da en la nariz que Mountain es una empresa que quiere hacerse un hueco en este mundillo que le compete. Tiene que rivalizar con grandes empresas que tienen un departamento de marketing y publicidad descomunales, montajes automáticos de equipos (me refiero desgraciadamente a chinos y/o vietnamitas u otros pueblos explotados y muy mal remunerados en comparación ) y una distribución a nivel mundial. Sus armas, los buenos componentes que hagan fiables y duraderos a sus equipos y una atención técnica y post venta que haga correr el boca a boca y los buenos comentarios entre las webs de blogeros que realizan algún estudio sobre los equipos. Por ello, he confiado en ellos. Además, son una empresa española, y la tierra tira. Cierto es que no es excusa para dormirse en los laureles, pero a todos nos hace ilusión que aquí se haga tecnología de la buena y no sólo en otros países.

Capitulando este artículo, recuerdo al lector que no es un ejercicio de juicio u puntuación del equipo, si no una guía que pueda servir a cualquier otra persona interesada en la adquisición de este ordenador. Deseo no dilatarme más, pero si me dan otra oportunidad para continuar con las impresiones y juicios en otros apartados del equipo que aún no he tenido la ocasión de probar, escribiré otro para completar todos los aspectos que me faltan. … Espero que os sirva o ilustre.

Muchas gracias nuevamente Victor, un saludo amigo.