Satisfecho, quiere darle al botón de pausa, pero en el momento en que toca el aparato siente un mordisco en el dedo pulsador. Se mira el índice y comprueba que tiene marcas de dientes. En la pantalla, ya en blanco, aparecen unas gotas de sangre que van creciendo sin dejar marca exterior.
- 他妈的
- Señor Presidente, señor presidente ¿Qué le ha ocurrido?
- El jodido aparato me ha mordido un dedo.
- No puede ser Señor, es imposible que...
- ¿Duda de mí?
- No, no por supuesto, lo que pasa es que...
- Cállese, entonces.
El paquete ya está abierto y el experimentado director ejecutivo dedica unos segundos a contemplarlo. Finalmente lo agarra con ambas manos y percibe en una décima de segundo que el aparato se le echa encima. Algo así....
"Debe de estar exquisito", se dice a si mismo con sonrisa ladina de medio lado.