Pero...¿Es lo único que es relativo? La respuesta es sencilla: No. A veces sólo me doy cuenta del ruido que había cuando la nevera deja de funcionar un rato. A veces sólo me doy cuenta de lo mal que huele cuando tengo que salir del box y volver a entrar.
Nuestros sentidos nos protegen... A veces sólo están ahí para alertarnos de los cambios. Por eso quizás dormimos más tranquilos en una casa ruidosa conocida que en un sitio extraño pacífico.
Por eso lo mejor es no compararse más que con uno mismo.