¿El mundo al revés?

Por Mbbp

¿Nos sobra dinero, trabajo, comida… o eso era antes de la crisis? No lo sé! Hoy solo sé que algo que nos ha faltado siempre y nos falta aún más ahora es sonreir, con sinceridad! Mira si no la gente por la calle de tu ciudad o pueblo! ¿Dónde han dejado su optimismo, su opulencia, su simpatía, su saber estar… y su sonrisa?

Seguramente se perdió en el tiempo, justo cuando álguien nos dijo que teníamos que ser felices en el Primer Mundo, ese que tenemos el presunto privilegio de habitar! Pero nadie nos explicó que, a cambio de esa sonrisa artificial, simétrica y blanqueda, perderíamos nuestra felicidad! A cambio, eso sí, nos llenaríamos los bolsillos de dinero, cambiaríamos de vivienda y de trabajo cada vez que lo deseáramos y cambiaríamos de mujer y/o de marido ante cualquier pequeña adversidad!

Y sí, se cumplieron nuestros mejores pronósticos, abandonamos el camino hacia nuestra felicidad y la cambiamos por simple vacío, incomunicación y una terrible angustia o ansiedad! Pero también adquirimos el mal hábito de no mirar a nuestro interior y el de no querer ver las injusticias del mundo que, entre todos, hemos creado con nuestra desidia o indiferencia, nuestra comodidad, nuestra creciente inhumanidad y nuestra falta de humildad!

Atrás quedó todo eso que nos pudo hacer felices, algún día, demasiado tiempo atrás! Todo lo importante que, precisamente, nadie nos podía, puede ni nos podrá robar! Pero, para recuperar lo esencial, lo que nos hace personas individuales, mágicas e irrepetibles, hay que hacer un parón en nuestra vida y aprender a mirar hacia atrás, hacía abajo y/o hacia dentro! Y para ello solo hay que tener valor… y tal vez dejarse ayudar!

¿Ayudar por quién? ¿Por los que nos mantienen en nuestras falsas ilusiones de medrar y/o de seguridad? ¿Por los que dicen tener el remedio infalible para evitar la infelicidad? ¿Por los que se creen felices a costa de nuestro dinero? ¿Por los sabios e iluminados que predican sobre la luz, desde la más completa oscuridad?

Seguramente algún día aprenderemos que la felicidad va desde dentro hacia fuera… desde lo simple y auténtico a lo sofisticado, exterior y artificial, nunca al revés! ¿Qué extraña y tóxica vanidad tenemos los seres humanos que creemos ser educadores de nuestros hijos, sin saber siquiera vivir? ¿Cómo podemos enseñarles a ser felices si no somos capaces de ser felices nosotros mismos?

Llega un mundo al revés, donde los profesores ya son los alumnos, donde los infelices son los maestros de la felicidad, donde los políticos aprenden de los ciudadanos, donde los empresarios aprenden de los empleados a trabajar, donde los indigentes nos enseñan buenos modales y humanidad, donde los jóvenes nos enseñan a madurar y donde nosotros los padres debemos aprender de nuestros hijos…

… a volver a ser felices, nada más!

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