autor | José Javier Quintana Saldise
Existen dos procesos en marcha que afectan al conocimiento y su calidad. El primero es la multiplicación de las fuentes del conocimiento y el segundo es la rápidez de acceso a ese conocimiento que hace que por idiosincrasia el individuo haga un consumo en superficie, sin la pausa necesaria para profundizar. Menor calidad en las fuentes y la infoxicación -término acuñado por Alfons Cornellá- redundan en una aversión al esfuerzo y una peor calidad del conocimiento del individuo. Y como todos somos iguales, todo el mundo cree que sabe de todo y opina sin vergüenza.
La arquitectura no es un caso particular, es algo genérico que afecta al conjunto de la sociedad y que no va a cambiar a mejor, al contrario, cada vez se va a pronunciar más. Y eso me hace sentirme viejo, fuera de onda. En el libro de Alessandro Baricco “LOS BARBAROS. Ensayo sobre la mutación” nos habla la presencia de unos nuevos “bárbaros” en nuestra sociedad actual. Una naturaleza a la que se muta, de la que ninguno estamos a salvo de convertirnos.
Nos descubre la existencia de quienes han contribuido al declive de la cultura burguesa occidental. Pone como ejemplo el mundo del vino, el fútbol y la industria del libro y se detiene en Google, un avance tecnológico que es la “Herramienta Perfecta” de los bárbaros, que les permite el acceso a la cultura con una navegación rápida por la superficie. Frente a ellos, el mundo que ha representado la cultura del esfuerzo, que choca con el ansia de experiencias veloces, se muere. Lo fácil te abduce y la velocidad te arrastra sin que puedas apenas oponer resistencia.
En el libro se habla de google y otro tanto ocurre con los blogs y con las redes sociales como twitter, Facebook o linkedin donde como dice el profesor José Luis Orihuela: “Hay asuntos complejos que no caben en un tuit, ni siquiera en un post, y que requieren tiempo para madurarlos y elaborarlos. Necesitamos recuperar las pausas y los tiempos muertos, pero también las horas juntas, para trabajar las ideas y no limitarnos a soltar ocurrencias.”
Las horas juntas, ¡qué bonita expresión!
En la arquitectura nos hemos instalado en el fácil consumo de imagen y cada vez más la obra que tiene alma, encuentra dificultad en destacar entre la multitud de imágenes impactantes que reducen un arte complejo a una mera imaginación estética y formalista. En lo que toca a (1) práctica profesional y (2) profesión, naturaleza e instituciones, estamos en la resistencia al cambio y en las soluciones fáciles -a veces ocurrentes, otras reivindicativas, casi siempre superficiales- a problemas complejos.
Cuando examinamos el contenido referido a la práctica profesional de la arquitectura en las redes encontramos muchos de esos “bárbaros” de Baricco u “ocurrentes” a los que se refiere Orihuela. Lo importante es consumir rápido y soltar una ocurrencia donde estar todos de acuerdo. Lo residual es la calidad del contenido, afrontar asuntos complejos con esfuerzo y rigor. Quizás todos ya seamos bárbaros sin saberlo, como dr. Dr. Malcolm Crowe (Bruce Willis) en el sexto sentido.
Normalmente las redes sociales hacen que se cumpla la regla de que a mayor calidad y complejidad del contenido, menor audiencia y viceversa. ¿Y quién se resiste a esa tenebrosa tentación de la popularidad?
Todo ello sea dicho con el debido respeto a algún columnista serio y la gente sensata que escribe cosas sensatas, que aunque son los menos, dan carta de naturaleza a la regla siendo su excepción.
Os dejo con un reto, el video de Alessandro que ilustra este post está en versión original, es decir en italiano, se entiende perfectamente si se escucha con atención. ¿Serás capaz de tener la paciencia suficiente para dedicarle cinco minutos a escucharlo? ¿Seguirás con la segunda parte?
O acaso te ha mordido a ti también el vampiro, ya estas mutando y te estás convirtiendo en uno de ellos, en un bárbaro.
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