El mundo no parece lugar para envejecer. El mundo no parece lugar para ser feliz. Siempre hay alguien, o algo, que te jode. Y sólo la música puede llevarte a lugares lejanos donde poder soñar. Ah, sí, y un buen libro. La apreciación de la armonía y la musicalidad, y la sofisticación emocional del lenguaje sí que son dones. Como la belleza. Divinos no sé. El mundo no parece tener lugar para emociones de cabaret o bares nocturnos llenos del antiguo humo de los cigarrillos. Las músicas y los libros del mundo están ahí para trasladarte y enseñarte otros universos en el que puedes perderte. En las calles hago cosas buenas; en la calle hago cosas malas. Tu canción de amor no me va a consolar. Prefiero a Frank Zappa. El mundo no parece lugar para exigir mucho. Míra para dentro para sentirte contento. En parte somos lo que leemos y somos lo que escuchamos, y es que con el destino nunca se está tranquilo, por eso, si alguien llama, debes ir. Este es uno de esos post que hacen perder el norte por ese oscurantismos íntimo. Ves una salida; vas por un río que nunca llega al mar. Tienes tanta prisa por cruzar al otro lado que no te das cuenta de que es a tu lado donde estás lo que buscas. C´est la vie. Sólo queda contar la tristeza al viento. El mundo no parece un lugar para hablar... de uno mismo.