Título: El mundo secreto de Basilius Hoffman: El ladrón de sueños.Autor: Fernando M. CimadevilaSerie: El mundo secreto de Basilius Hoffman IEditorial: Shusi Book, 2014Páginas: 228.
Resumen oficial.
Se acerca una nueva Era, las antiguas puertas se cierran definitivamente, los reinos que durante siglos lindaron las fronteras de nuestro mundo se desvanecen entre las brumas de las leyendas.
Durante años el profesor Hoffman, explorador de mundos ocultos, dedicó no pocos esfuerzos a desvelar sus secretos. Pero solo cuando su sobrino Peter llega al viejo caserón Hoffman para pasar las vacaciones de Navidad, el destino une sus vidas dando comienzo así a la batalla definitiva en la que se pondrá en juego nuestro bien más preciado: el poder de la imaginación.
Aquí comienza la saga del profesor Basilius Hoffman: historiador, arqueólogo, caballero a tiempo parcial y truhán a jornada completa. Y su viaje a la búsqueda del legendario Diario del Cartógrafo, en el que descubriremos ciudades perdidas en lo profundo de la noche, sociedades secretas, misteriosas criaturas, poderosas reliquias sagradas, imposibles aparatos mecánicos y una infinidad de curiosos personajes.
Impresión personal.
"Esta ciudad es la ciudad de los pintores, de los poetas, de los músicos, de los buscadores de historias; es el lugar a donde van los recuerdos perdidos, el lugar de las fotos antiguas que se humedecen en los desvanes, de las viejas libretas de relatos que ya nadie lee, de las partituras que ya nadie interpreta y de los cuadros que ya nadie pinta; porque la marea del tiempo los ha relegado al olvido."
Como podéis ver, me ha encantado ese mundo en el que vive Basilius Hoffman tanto como me gustan los mundos fantásticos que me traen a la mente Harry Potter, Eragon o Memorias de Idhum. Me encantan los dragones, los elfos, los unicornios y ahora ... también los gatos y esa mezcla tan bien tratada de la fantasía más elegante con la realidad más aplastante sobre lo que realmente nos pasa. Pocos libros de fantasía de la buena, de la que te dejan poso, son sólo de fantasía en un sentido puro del término. Los mejores son como éste, una fantasía que te transporta a través de mundos imaginarios y personajes magníficos a la realidad más tangible de nuestros sentimientos o de situaciones reconocibles en nuestra vida o en la de otras personas cercanas.
"- No es fácil creer en lo que uno quiere cuando los demás te toman por loco -dijo mirando las nubes, como si estuviese hablando con la lluvia-. No es fácil seguir un sueño, ni encontrar la felicidad cuando todo el mundo se empeña en mostrarte el camino que ellos consideran correcto."SI en su Historia Interminable, Michael Ende nos contaba entre personajes y lugares fantásticos que una "mano negra" nos estaba arrebatando la imaginación y la fantasía; o que unos hombres grises que daban miedo, nos querían quitar el tiempo y nuestros recuerdos en Momo; aquí, en la Ciudad de los Tejados, un alma oscura, quiere robarnos nuestros sueños, los que tenemos ahora y los que teníamos cuando sólo éramos unos niños. ¿Alguien se imagina un mundo donde sus hijos no sueñen? ¿no persigan, como dice un amigo, los rayos del sol? No creo que ninguno de nosotros sea capaz de imaginarlo. Y eso es lo que nos plantea Fernando Cimadevila en su libro y para ello, nada mejor que hacerlo soñando entre tejados y entre nubes de la mano de un globo mágico y un piloto valiente que acude cuando más lo necesitas.
Por eso, yo quiero viajar en el Argestes y embarcarme de nuevo con Basilius y Peter, dos héroes que comprenden que el sentido de la vida se la damos nosotros mismos y esa es la lucha más importante que tenemos que seguir manteniendo contra todos aquellos que pretenden que el mundo sea gris y frío.
Me ha encantado la forma de escribir de este autor, cómo ha conseguido transportarme a cada rincón, cómo a veces he conseguido ser Rivka con todas sus contradicciones y carencias, o Peter con su notable inmadurez adolescente y su capacidad para abrir su mente a un mundo tan desconocido como increible, pero, sobre todo, Basilius, con sus errores humanos y su curiosidad permanente.
En conclusión, me encantaría volver a viajar con ellos a estos mundos o a cualquiera que me quieran mostrar. Son personajes de confianza con los que seguro que ampliaré horizontes insospechados y aprenderé aquello que siempre me queda pendiente, pero, sobre todo, no me cabe duda que de su mano, sabré poner en valor aquellas cuestiones que en muchas ocasiones me/nos pasan desapercibidas o no tenemos en cuenta y que realmente son las que dan valor a nuestras vidas.