Título: El mundo secreto de Basilus Hoffman: Un faro en la oscuridadAutor: Fernando M. CimadevillaEditorial: Sushi Books, 2015Páginas: 244.Resumen oficial.
Existe un lugar perdido en lo más profundo de la noche, una ciudad secreta sin casas ni edificios, solo tejados, azoteas, desvanes y chimeneas, buhardillas, campanarios, torreones… La Ciudad de los Tejados no tiene calles, sólo puentes y pasarelas, tuberías y escaleras que sortean el nebuloso mundo que existe bajo su superficie. Un secreto, tan antiguo como el propio mundo, se oculta tras este laberinto insondable, pero para descubrirlo, el profesor Basilius Hoffman y su sobrino Peter deberán enfrentarse a la más profunda oscuridad, aquella que habita en nuestro interior.
Regresan las aventuras del profesor Basilius Hoffman: historiador y arqueólogo de mundos ocultos, caballero a tiempo parcial y truhán a jornada completa. En esta ocasión su búsqueda del legendario Diario del Cartógrafo le llevará a descubrir nuevos y misteriosos lugares, sorprendentes inventos alquímicos, inquietantes criaturas, y también a desenterrar oscuros secretos que nunca deberían ver la luz.
Impresión personal.
Hay quien piensa que no tengo edad para leer este tipo de libros. Puede que tenga razón pero lo más probable es que no la tenga (la razón, digo). La mayoría de las veces, la fantasía de este tipo de libros está impregnada de la más dura realidad. En ocasiones, nuestra realidad es tan mecánica y rutinaria que no somos conscientes de que llevamos una vida cronometrada y mecanizada al milímetro. Por eso nos gustan tanto las vacaciones a tod@s. Es cierto que descansamos pero, sobre todo, rompemos con "La Máquina" y miramos la rutina diaria desde otra óptica. Es como si despertáramos durante unos días y el resto del tiempo nos lo pasamos anhelando ese despertar anual.
Un faro en la oscuridad está plagado de dicotomias: la luz y la oscuridad, el bien y el mal, la libertad y la esclavitud, los que esperan y los que luchan, la heroicidad y la traición. Todo nos suena. Nada nos es ajeno ¿a qué no? Pues toda la historia, en algún momento, refleja este mundo de contradicciones en el que vivimos dejando siempre la puerta abierta a la esperanza y a la confianza en el género humano.
El gran Faro de la Ciudad de los Tejados alumbra esta ciudad mítica donde, entre pasarelas, tuberías y buhardillas, sus habitantes sueñan. Como a los barcos en nuestro mundo el Faro sirve de guía dejando libertad suficiente para que la ciudad conviva en armonía. Cuando el Faro pierde su luz y la niebla amenaza con absorberlo todo, los ciudadanos de la Ciudad de los Tejados se sienten perdidos y solos.
Cómo veis, cada personaje, cada elemento, incluso, cada momento temporal es clave para liberar a los iguales y devolverles la luz y la dignidad pérdida. Una historia preciosa, llena de fantasía y de colores claros y oscuros que nos cuenta en clave de metáfora lo importante que es luchar por aquello que se quiere y que es justo.
El autor me ha vuelto a enamorar dejándome subir al Argestes con Basilius y Peter. Me ha llevado de nuevo a Ávalon, ese lugar de extrema sabiduría y misterio y me ha colocado de nuevo ante una Gabriel que lucha a muerte contra su Duncan interior y que nos promete sorpresas en las siguientes entregas.
De verdad, si queréis ver más allá de los tejados, más allá de la niebla, tenéis que montaros en el Argestes alguna vez con Jonás, pasearos con él entre buhardillas, chimeneas, antenas y pasarelas múltiples bajo la inmensa luz del Faro de la Ciudad de los Tejados. Todo un sueño hecho realidad, aquella realidad que a cada paso reconocemos dentro de nosotros cuando la niebla nos amenaza.