Hace tan sólo unos meses se inauguraba en Barcelona el, posiblemente, museo más insólito de la ciudad condal: el Miba, un museo de las ideas e inventos. Este espacio, que se encuentra situado en el centro, cuenta con 600 metros cuadrados llenos de artículos absurdos pero originales. Por ejemplo, podemos ver una escoba micrófono, una maceta que se da la vuelta sola para mirar hacia el sol, una taza con compartimento para guardar las galletas o una maleta con presión de 3 atmósferas que nos permite guardar el 90% de la ropa.
El Miba se divide en cuatro colecciones: Futour, que se trata de un recorrido imaginario por los objetos que se utilizarán en un futuro; Sociedad Limitada, algunos artículos ofrecidos por empresas y centros de tecnología; Espacio absurdo, con objetos inútiles; y Reflexionarium, que invitan a pensar al visitante.
Quizá, lo mejor del museo no está en las creaciones que nos podemos encontrar, sino en la idea en sí del espacio. Éste se encuentra bajo la dirección de Pep Torres, que ha sabido crear varias atmósferas dentro del mismo edificio. Por ejemplo, el que se ha convertido en el principal símbolo del museo: un tobogán de metal que permite bajar del primer piso al segundo. Sin embargo, no es el único atrezzo que encontramos, sino que existen otros elementos como un cristal que provoca vértigo, puertas gigantes o la reproducción de un vídeo de El Tricicle en los cuartos de baño.
Otra de las originales ideas que se han creado en este espacio es la de una zona subversiva, en donde los visitantes pueden subirse a un atril y compartir sus ideas en directo a través de una cámara web. La entrada a Miba es de unos 7 euros y su página web es: Miba