Además del ya clásico arresto de Jesús Poveda, líder de Provida a las puertas de la Clínica Dator, el último 28 de diciembre, festividad de los Santos Inocentes, trajo un inesperado signo de esperanza a la causa del derecho a la vida. El Tribunal Constitucional español acaba de reconocer al no nacido como un miembro más de la familia en los procedimientos administrativos sobre beneficios sociales. La sentencia es del pasado 17 de diciembre y no se ha publicado aún en la web del Tribunal, aunque la agencia de noticias Aceprensa la adelanta en un artículo de hace unos días.
El fallo, adoptado por unanimidad, tiene un “valor simbólico muy interesante”, dice Andrés Ollero, uno de los magistrados del TC. No presupone que la sentencia sobre la ley del aborto sea inminente, después de cinco años de espera, ni que vaya a anular el aborto a discreción en un régimen de plazos, que es el meollo de la ley Zapatero-Aído de 2010, pero ciertamente, afirma un presupuesto imposible de soslayar: el no nacido es uno más de la familia.