Gracias a la labor informativa y educativa de la empresa de restauración Ars Nova podemos ver cómo ha quedado la fachada de la Institución Colombina tras su restauración y, por ende, podemos ver también, y conocer gracias a sus explicaciones, el resultado de la restauración del cuadro que corona la puerta de dicha Institución y que lleva el título de "El Nazareno de los Ahorcados", un retablo del siglo XVIII.
El cuadro del Nazareno de los Ahorcados representa a un Jesús Camino del Calvario que reprodujo al óleo sobre lienzo Juan del Espinal en el siglo XVIII copiando la obra mural original de Luis de Vargas de 1563.La tradición ha llamado a esta imagen como el Nazareno de los Ahorcados, porque hasta él eran llevados los condenados a muerte como desahogo para su espíritu y veían allí a un Cristo vestido en blanco y ensogado al cuello como ellos mismos.
La obra original es una pintura mural realizada en 1563 por el pintor Luis de Vargas, reproduciendo modelos de Nazarenos flamencos, que ensogados, portan la cruz invertida. Este modelo tiene un inmediato antecedente en el relieve que Jorge Fernández realizó a principios del siglo XVI para el retablo Mayor de la Catedral.
La obra de Vargas tuvo deterioros destacables desde pocos años después de haber sido pintada, sin duda su disposición en el exterior favoreció procesos de deterioro acelerados. Por ello, aquellas pinturas murales fueron sometidas a diferentes procesos de restauración, y habiendo sufrido permanentes desperfectos, su degradado estado de conservación durante el siglo XVIII determinó el encargo a Juan de Espinal en el año 1777, la realización de una copia realizada al óleo sobre lienzo de aquellas pinturas murales, siendo ésta obra la que ahora se muestra en la fachada de la catedral, dándose por perdida la obra original de Vargas.
Este cuadro, en un estado de deterioro extremo en los años noventa del pasado siglo XX, fue sometido a un proceso de restauración intenso, poniendo en valor una obra cuya superficie conservada original puede ser cuantificada como incluso menor de su 60%. Sin embargo, la escena central, iconográficamente más destacable, conservaba suficiente unidad potencial como para, a través de las diferentes copias realizadas a la obra original de Vargas poder acometer una concienzuda reconstrucción del cuadro en su tercio superior y diferentes zonas afectadas por pérdidas de la capa pictórica. En los actuales trabajos de restauración se han frenado los procesos de deterioro observados, eliminados los productos de deformación, pero han sido respetados los descritos trabajos de reconstrucción realizados por aquel equipo de restauración.
* Información obtenida de Ars Nova Restauración de Bienes Culturales S.L.Sigue leyendo >>>