El negocio no es lo que vendes

Publicado el 12 agosto 2021 por Alejandro Tena

Y, ¿Qué es mi negocio?

Frecuentemente, pensamos que nuestro negocio o empresa se reduce a lo que vendemos, así si fabricamos muebles, nuestro negocio es de mueblería o si vendemos, predominantemente, pasteles, somos una pastelería. Sin embargo, el negocio es, esencialmente, la vocación de sus patronos en la sociedad, y después para materializarse en una institución enfocada en el tratamiento de unas necesidades y problemas en la sociedad. Que una empresa logre pasar de ser la misión de sus fundadores a una institución, no es tarea fácil, y se requiere primero de compromiso y voluntad de ellos mismos.

Ahora bien, en esta primera etapa de todo negocio, especialmente cuando son Pymes, es un trabajo difícil de poder articular, la esencia del negocio claramente, ya que se requiere, de entrada, que los propios dueños conozcan bien a bien su propósito en la vida, y sobre todo, de la vocación de su trabajo; todo negocio es un trabajo, y el trabajo es un deseo natural de todo ser humano que emana de la necesidad de desarrollarse, perfeccionándose y perfeccionando su ecosistema. El conocer nuestro propósito de vida y vocación de trabajo puede llevar años de experimentación, reflexión y análisis a la luz de un estudio profundo de nuestras virtudes y defectos.

No busques lo que falta, mejora lo que hay

Dicho esto, podemos dilucidar que en principio partimos desde adentro hacia afuera, esto es, desde nuestros propios deseos para con la sociedad y no desde lo que esta buscando la sociedad. Esto es muy importante de recalcar, debido a que la mayoría de las personas con anhelos de iniciar su propio negocio parte desde afuera, desde lo que supuestamente busca la sociedad, algo intuitivamente lógico, mas sin embargo, en la realidad no funciona así;, la gente ya tiene cubiertas sus necesidades y los problemas que tiene en la vida forman parte de si mismo, son los emprendedores los que transforman a las personas, cambian sus actitudes y sus costumbres por otros que ellos consideran mejores. El emprendedor es un refigurador social, y sus primeros obstáculos son la resistencia al cambio y los prejuicios. De esta forma, el emprendedor conociendo su vocación en la vida y estando consciente de que es bueno, busca la transformación de la sociedad por pequeña o grande que sea. Ciertamente, hay casos de emprendedores que mas que transformar a la sociedad están cubriendo una necesidad insatisfecha, como por ejemplo el que abre una cafetería en un concurrido lugar social, pero este tipo de emprendedores aunque independientes como los primeros, difícilmente, lograran instituir su negocio quedándose en ácimos, además de que por naturaleza son mas parecidos a los trabajadores subordinados.

Y es que la institución de un negocio requiere de una visión amplia , un conocimiento profundo y de acrofilia (amor por las alturas), algo que rara vez se puede encontrar en un negocio abierto por oportunidad, salvo que los fundadores tengan la voluntad de hacerlo.


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