Luego de los recientes bombardeos del gobierno israelita en el territorio ocupado de Palestina, quienes han arrojado luz con mayor claridad a esta tragedia de odio racial y político fueron las mujeres de la organización internacional MADRE, palestinas e israelitas unidas contra la guerra y la violencia política. Aseguran que en enero habrá elecciones y el líder de derechas israelita Benjamin Netanyaju decidió asesinar al líder de Hamas corresponsable de las negociaciones de cese al fuego entre ambos países para ganar las elecciones. Este bombardeo como acción política ha destruido infraestructura esencial para las familias palestinas, y el apoyo norteamericano les arrebata los derechos básicos de acceso al agua potable y a servicios médicos. MADRE son miles de mujeres de diversos países que promueven la paz y la equidad; ellas no se someten a la agenda política que avala la violencia y la muerte como pasaporte político de una falsa seguridad nacional; sus acciones han educado a cientos de miles de niñas y mujeres que entienden que la paz se construye no desde la ausencia de guerra sino desde el reconocimiento de la injusticia y la opresión y la búsqueda de la tolerancia efectiva y afectiva y la construcción de la equidad.
Todo parece indicar que el mundo se divide en dos clases de personas. Las que creen que la violencia (física, guerrera, económica, psicológica y de Estado) es el medio ideal para controlar y ganar conflictos, y quienes saben que la humanidad tiene herramientas y posibilidades reales de construir una sociedad pacífica capaz de resolver los conflictos de una manera no tradicional; saliendo del ciclo de la ira y la venganza y fluyendo hacia el de la transformación de los valores de convivencia.
Hay una creciente corriente mundial de pro-pacifistas que no niegan el impulso violento de los seres humanos; pero han demostrado que este impulso puede ser transformado con educación que permita a las y los individuos asumir su responsabilidad y activar sus mecanismos intelectuales y emocionales para transformar el entorno a través de su propio comportamiento ejemplar.
Este neo-pacifismo no solamente se basa en los principios gandhianos de la no-violencia, sino en las nuevas corrientes educativas que proponen que la experiencia vital de las y los estudiantes no puede excluirse del proceso de aprendizaje. Urge darle a las y los jóvenes otro paradigma de poder, como hacen estas mujeres. Pues la realidad que les rodea y los líderes políticos les mandan un mensaje muy claro: la violencia y la muerte son el camino hacia el poder y la seguridad. La pregunta es ¿usted de qué lado está?
Twitter: @lydiacachosi
Publicado por Género con Clase