La familia de los megapódidos está formada por aves muy interesantes, tienen grandes pies ( de ahí viene su nombre ), otra de las peculiaridades llamativas se refiere a la incubación, por ejemplo, el pavo australiano Alectura lathami (Latham, 1824) no incuba directamente los huevos como casi todas las aves, sino que construye unos nidos que son pequeñas pilas de arena y hojas secas, donde pone los huevos, se trata de sencillas incubadoras que se calientan con el sol, y con el calor que desprende la materia orgánica depositada al descomponerse, una técnica que recuerda los semilleros de cama caliente y los nidos de reptiles como los cocodrilos. Otra peculiaridad de los megapódidos es que tienden a evitar el vuelo lo que los convierte en presas de ciertos carnívoros introducidos en sus ecosistemas por parte de nuestra especie.
Descripción
Centrándonos en el malau vemos que se trata de un ave de tamaño medio (unos 38 cm), no obstante es el megápodo más pequeño del mundo. El plumaje es gris y marrón de color algo más pálido en cabeza y cuello, y más marrón en alas y espalda. Las patas y el pico son amarillo-anaranjados. En la nuca tiene una corta cresta redondeada. Las plumas de la cara y la garganta son más bien ralas de tal modo que se aprecia bien su piel roja.
Hábitat y biología
Vive en bosques extensos situados en áreas con actividad volcánica. Es huraño y muy difícil de observar, camina derecho y vuela muy bien.
Son fundamentalmente monógamos y territoriales, forman parejas que ocupan un territorio común aunque las noches las pasan posados en diferentes árboles. Anidan en madrigueras y una vez que depositan los huevos entre las arenas volcánicas dejan de cuidarlos. Esta es quizás la mayor peculiaridad biológica de la especie, es decir, que los padres no ayudan nunca más a sus hijos. Ni siquiera se sientan sobre los huevos para su incubación, sino que aprovechan la energía geotérmica para este periodo del desarrollo. Ponen grandes huevos en nidos subterráneos que va escarbando la hembra en lo profundo del suelo midiendo la temperatura con su lengua, tiene que poner el huevo en un sitio a 35 ºC. Al parecer las madrigueras son utilizadas repetidamente durante décadas. Ponen unos 10 huevos a intervalos de 12 díasque eclosionan al cabo de 40 a 55 días tras incubarse bajo tierra con el calor del volcán. Los pollos entonces salen a la luz escarbando por sus propios medios. Estos pollitos deben buscarse la vida desde que nacen, por ello cuando salen del cascarón lo hacen en un avanzado estado de desarrollo y de hecho pueden volar desde que surgen de la superficie del suelo, a la que llegan después de dos días de duro trabajo si es que antes no se los comen las hormigas.
Se alimentan en la oscuridad del dosel forestal en zonas de suelo abierto y con poca vegetación, buscan entre las hojas del suelo y entre las que han caído sobre la tierra, insectos, gusanos, pequeños reptiles, semillas y frutos. Las parejas comen juntos, la hembra suele tomar aquellos alimentos que no toma el macho, de hecho le deja las mejores presas a ella que las necesita para formar esos enormes huevos tan ricos en proteínas.
Conservación
Actualmente se trata de una especie endémica que sobrevive en dos minúsculas islas del Reino de Tonga en las que aunque está legalmente protegida se encuentra en una delicada situación de conservación. Sin embargo, el registro fósil indica que antaño fue una especie bastante extendida. En la isla de Niuafo'ou está en vías de extinción debido a la actividad recolectora humana que se estima que esquilma hasta la mitad de sus nidadas, también los ejemplares adultos son cazados, aunque en menor medida. Adultos y pollos son capturados por gatos y perros asilvestrados, así como por lechuzas, y los cerdos representan otra amenaza adicional al competir por su alimento. La población se concentra en dos islotes libres de gatos que hay en el lago del cráter y en las laderas interiores de la caldera del volcán. En 1993 quedaban unas 200 parejas y su situación de conservación se consideró como “critically endangered (CR)”. De 1991 a 1993 se acometió un ambicioso proyecto de conservación mediante el que se introdujeron 60 huevos en la isla de Late y 35 huevos y pollitos fueron transferidos a la isla de Fonualei que es una isla deshabitada y muy poco visitada, las inspecciones posteriores de las islas sugieren que la reintroducción en la isla de Late fracasó mientras que en el año 2003 en la isla Fonualei se estimó una población de 300 a 500 ejemplares que al parecer permanece estable. Gracias a este incremento la especie ha dejado de considerarse “Critically Endangered” y en la lista roja de la UICN 2010 aparece en la categoría “Endangered”.
La población actual estimada es de unos 680-970 individuos y en ligera disminución.
Esperemos que las autoridades del precioso Reino de Tonga refuercen la conservación de esta extraña joya de la ornitología.
Un saludo