Maravillosamente dialogada, con esa amplitud para ser igual de efectiva en escenas con dos personajes o en otras con múltiples relaciones cruzadas (la escena de la fiesta en casa del insufrible Baker - Douglas Dick, "especialista" desde "The rope" y "The accused" -, un modelo de disposición espacial), "Something to live for" se mantiene en todo momento contenida, agazapada detrás de las barreras de los sentimientos no expresados.
Sus tristezas y sus decepciones se intuyen en el futuro mayores, cuando se vuelva la vista atrás y se recuerden los episodios pasados.
Quedará Jenny, allá arriba en las tablas, renacida. Y parecerá invicta, hasta que un día deje de girar la rueda.