El niño frente la separación y divorcio de los padres

Por Mamapsicologain @mamapsicologain

Una gran decisión de los padres: separación y divorcio. Cómo afecta a los hijos.

Cuando los padres toman la determinación de separarse o divorciarse la duda de cómo afectará esta decisión al niño siempre surge. No es  fácil cuando hay niños, pero mejor separados que seguir viviendo situaciones conflictivas a diario que afecten o perturben la estabilidad emocional del niño.


Son muchas las parejas que rompen, que se separan o se divorcian. Con la crisis económica de los últimos años, se ha reducido el número, pero solo por el tema económico que obliga a las parejas a vivir bajo el mismo techo por no poder emprender una vida en solitario. 

Cuando la pareja atraviesa un problema grave de convivencia o se ha tomado ya la decisión de separarse o divorciarse, hay que tener en cuenta cómo afectará a nuestro hijo y qué supondrá para él, ya que durante un tiempo las figuras de referencia (papá o mamá) fallarán. 

Fundamental que durante el proceso de separación o divorcio preservemos a los niños de todas las disputas que puedan surgir, por muy amistosa que haya sido la decisión.

Procurar no distorsionar o manipular la imagen del otro miembro de la pareja (papá o mamá) hablándole mal al niño, por muy cuestionable que haya sido su papel. Este tipo de conducta no ayuda para nada a nuestro hijo, ya que el otro cónyuge sigue siendo el papá o la mamá del niño y éste debe seguir respetándole y queriéndole.

Lo que no recomendamos, porqué es peor para los niños, son las uniones a la fuerza. Es decir, mantener la pareja unida por el bien de los hijos. Los niños captan enseguida que sus padres no son felices juntos y sentirse responsable de la infelicidad de papá o mamá es un peso que ningún niño debería cargar.

¿Qué hacer cuando ya se ha tomado la decisión de separación o divorcio? Consejos para los padres.

  • Cuando se ha tomado la decisión de separarse o divorciarse hay que informar a los niños de lo que pasa, sobretodo a partir de los dos años, y no pensar o caer en el error de creer que ellos no se enteran de nada porqué son muy pequeños. Les informaremos con un lenguaje apropiado a su edad y nivel de comprensión. Mejor que se haga de forma conjunta, papá y mamá, juntos, explicarán qué pasará a partir de este momento.
  • Despejar desde el primer momento las dudas o temores. El miedo a ser abandonados, el temor de ser los culpables. Hay que explicar que los papás se separan ellos, pero nunca les abandonarán ni dejarán de querer, y dejarles muy claro que ellos no tiene ninguna responsabilidad, ninguna culpa de lo sucedido. 
  • Informarles que la situación es definitiva. Así no les generaremos falses expectativas, y los niños podrán adaptarse más fácilmente a la nueva situación. 
  • El niño no debe tomar partido por ninguno de los miembros. Se debe procurar ante todo conservar el amor por ambos padres. 
  • No usar al niño como "arma arrojadiza", no hablar mal del otro, no incumplir horarios u obstaculizar el régimen de visitas para molestar, incomodar o perjudicar al otro cónyuge. 
  • Facilitar la relación de los niños con su padre o madre. Intentar ser flexible en los horarios de visita, cediendo cuando sea posible, buscando siempre el bienestar emocional y el equilibrio personal de nuestros hijos.
  • Es muy importante la calidad y la frecuencia de los contactos con el progenitor que no tiene la custodia. Los niños deben seguir viendo a su padre o madre, no olvidemos que quienes han dejado de quererse son los   miembros de la pareja. Es de gran importancia estar con ellos para darles amor y cariño, seguir ofreciéndoles el bienestar físico y emocional que necesitan, así como apoyo incondicional. 
  • En los casos en los que no se ha logrado la custodia compartida, el progenitor que no tiene la custodia no debe convertirse en un "papá wii". Es decir, el papá juguete, con el que solo se divierte y se lo pase bien. El papá que no impone normas ni límites porqué se lo deja todo a mamá. Tampoco debe convertirse en "Papá Noel" o "papá Rey Mago", el papá que aparece siempre con regalos o que le compra todos los caprichos, sobornándole de este modo para "comprar" su cariño. Hay que cuidar mucho estos aspectos.
  • Tanto si es papá o mamá quien tiene la custodia, el progenitor tiene la obligación (por el bien de los niños) de apoyar la labor educativa que está realizando el otro
  • Mantener las rutinas diarias. Conviene que los niños mantengan las rutinas del día a día, enfrentándose a los menos cambios posibles, manteniendo siempre que se pueda su casa, su colegio, las mismas posibilidades económicas, amigos, .... En definitiva, evitar un exceso de cambios que puedan hacerle aún más difícil asimilar la situación.
  • No olvidar que los niños no son objetos. Los niños son personas con sentimientos a los que debemos evitar dañar. Luchar por ellos también significa permitir que sigan viendo a su padre o madre manteniendo una buena relación, solo hay un papá y una mamá. Para cada niño su padre o madre es único e irreemplazable, no deberíamos alejarles de ellos solo por despecho o venganza. 

Fuentes consultadas: La educación de nuestros hijos. Josefina Aldecoa y colaboradores.  Foto cortesía de http://www.freedigitalphotos.net