El rechazo por sus compañeros les lleva a la soledad, a la duda y a la vergüenza diaria a través de la exclusión por sus compañeros de clase.
Hay muchas causas de este grave problema: educación familiar, dificultades en el aprendizaje, en la socialización, en la expresión verbal o en la colaboración con otros, la falta de atractivo físico o alguna minusvalía, torpeza, timidez (citada previamente en otra entrada), rareza o excentricidad entre otros, contribuyen a ser impopular entre los compañeros. Los niños impopulares, por su baja autoestima, tienden a la agresividad y a la delincuencia.
Los profesores tienen un papel importantísimo para detectar y ayudar a un niño/a impopular en la escuela y saber las causas de la misma.