En los últimos años ha crecido el interés de los musulmanes y cristianos por unirse a la Policía de Israel, sobre todo en los últimos 26 meses, cuando Jamal Hakroush, de Kafr Kanna, se convirtió en el primero de ellos en ser designado subcomisionado, el segundo cargo más alto de esa fuerza, en reconocimiento a su capacidad y experiencia.
Paralelamente, el ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, y el comisionado, Roni Alsheikh (quienes lo condecoran en la foto), crearon una administración especial destinada a la apertura de comisarías en ciudades y localidades con mayoría de población árabe y organizaron una campaña de reclutamiento en esa comunidad.
En ese marco, también se decidió llegar a las mujeres de ese origen, de las cuales se graduaron 74 de los 728 cadetes, 50 de ellas musulmanas, con permiso para usar un hijab, un caso único en un país no árabe, destacó Hakroush.
Fuente: Iton Gadol