El no definitivo del PSOE que rechaza a gritos Pedro Sánchez un diálogo con el PP está logrando que inversores y grandes fortunas comiencen a huir hacia Luxemburgo, Suiza y a los mercados londinenses por miedo al “Frente Popular” que pretende crear con Podemos y afines.
La agresividad con la que Sánchez vocifera preocupa. Su falta de serenidad, mesura y equilibrio, demuestra un carácter propenso a la histeria y a las obsesiones, como la de cumplir ese no aunque con ello suicide a los españoles. Posee un talante muy opuesto a lo que necesita un país europeo, serio y en crisis.
Ya está informado por importantes poderes nacionales e internacionales de que los inversores comienzan a retraerse y que los generadores de riqueza que ayudaban a salir de la peor crisis económica de la historia española en tiempos de paz y democracia se preparan para huir.
Sin inversión no hay trabajo. Decadencia gracias a ese “Frente Popular” chavista y nacionalista, con un PSOE irrelevante aunque presida el Gobierno, porque si se opone algo a los falsos avances sociales y nacionales (istas) que exigirán sus socios será calificado de derechista y franquista.
Otra Grecia: millones de personas, por ejemplo los pensionistas medios, verán reducidos sus ingresos para compensar la subida de las pensiones inferiores, y el BCE y demás entidades financieras internacionales frenarán los créditos, que serán cada día más caros y escasos.
Con Ciudadanos (C’s) como mediador PSOE y PP deberían dialogar, pese a que Sánchez trata a los populares como si en lugar de ser demócratas respetados en todas las democracias, fuera una banda de criminales.
Su corrupción es prácticamente gemela a la del PSOE, así que basta de mohines puritanos.
España necesita inversión para crear trabajo, imposible con la alianza PSOE-Podemos, y factible con PP, C’s y PSOE
Por esa razón, por sentido de Estado, el no socialista debe tornarse en sí a esa coalición gubernamental siguiendo el exitoso modelo alemán.
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SALAS