Si buscáis en internet encontrareis que Patrick Rothffus se compara con algunos de los mejores autores de la literatura fantástica: J.R.R. Tolkien, George R.R. Martin, Ursula K. Le Guin, J. K. Rowling… Habitualmente, esto no es más que el resultado del marketing editorial, que suele desembocar en la desilusión y la ira resultantes del engaño. En este caso, “El nombre del viento” pasará a formar parte de la élite de la literatura fantástica sin lugar a duda. Sin tener el dominio del lenguaje de Andrzej Sapkowski, Rothffus escribe con una sencillez y fluidez soberbia. Te lleva de párrafo en párrafo sin apenas darte cuenta y deseando continuar sin descanso. Las más de ochocientas páginas se leen tan rápidamente que tuve que hacer el esfuerzo de ir despacio, para poder saborearlo mejor, pues cuando nos encontramos con un libro como el presente tendemos a darnos un atracón de lectura reduciendo el tiempo que pasamos deleitándonos con su belleza. Ha supuesto para mí un auténtico placer. Después de Gerald el brujo, es de lo mejor que he leído en la literatura de fantasía (o simplemente, literatura). Hagamos un poco de historia. Es la primera novela del autor, que durante un montón de años escribe un libro tan extenso que ha tenido que ser dividido en una trilogía (Crónica del asesino de reyes) de la que “El nombre del viento” es la primera de las novelas. A pesar de que fue publicada en el 2007, Rothffus ha tardado unos tres años de revisión (es un poquito obsesivo) antes de que se publique la secuela en el presente año con el título: “El temor de un hombre sabio”. Supongo que la novela que finalizará la obra tardará otro buen puñado de años. La trama gira en torno a un personaje, Kvothe. Se podría decir que es una autobiografía, en la que el personaje nos cuenta su vida desde que era niño y viajaba con una truope de artistas, hasta su llegada a la universidad, donde estudiará diversas ciencias y magia. Está escrito como historias dentro de una historia. Aunque hay elementos propios de la fantasía, ésta se ve reducida de manera importante, mientras destaca la vida cotidiana de sus personajes por encima de lo extraordinario, hasta el punto de que para algunos podrían resultar insulsos los primeros capítulos. Resumiendo, poesía fantástica.