Creado en 1865, el Nottingham Forest ocupa una pequeña parte de los corazones de los seguidores del fútbol gracias a sus gestas logradas a finales de los años 70. Y es que no muchos equipos pueden haber presumido de haber pasado en apenas tres años de ser un equipo más del montón de la segunda división de una liga nacional a conquistar Europa: ese si es el caso de los dueños del City Ground.
“The Tricky Trees”, como también son llamados por las Islas Británicas, se habían caracterizado por ser un equipo ascensor que alternaba años en la máxima categoría del fútbol inglés, la antigua First Division, con años en la Second Division. Tan solo, las FA Cups de las temporadas 1897/98 y 1958/59 y un subcampeonato de Liga en el 67 resaltaban en el palmarés de un equipo hasta entonces considerado como menor respecto a Manchester o Liverpool.
Brian Clough, el hombre que llevó al Nottingham Forest a ser campeón de Europa
Sin embargo, la década de los 70 iba a suponer el punto de inflexión del Forest. La llegada al club del entrenador Brian Clough en 1975 hizo dar un giro de 180 grados al club. Tras dos años de asentamiento en el equipo, al que logró salvar de la Third Division en la primera temporada, el Nottingham Forest iba a lograr finalmente lograr el ascenso en 1977 a la máxima categoría del fútbol inglés.
Con una mezcla basada en jugadores veteranos y jóvenes desconocidos, el Forest completó la siguiente temporada de forma extraordinaria logrando un sorprendente doblete de Liga y Copa de la Liga y consiguiendo permanecer un total de 42 partidos consecutivos invicto. Un éxito sin precedentes en la historia del fútbol inglés.
La siguiente temporada iba a resultar mejor. Si bien no pudieron revalidar el título liguero, quedando en segundo lugar por detrás del Liverpool, lograron revalidar la Copa de la Liga y sobre todo proclamarse campeones de la Copa de Europa derrotando en la gran final al Malmoe sueco. Era la primera vez que un equipo pasaba en tres años de subir a primera división, a lograr ser el mejor equipo del continente.
Para demostrar al mundo que lo conseguido no había sido fruto de la casualidad, el Nottingham Forest repetiría como campeón de Europa al año siguiente (1980) al derrotar en la final del Santiago Bernabéu al Hamburgo y además conquistar la Supercopa de Europa al vencer al Barcelona. El portero Peter Shilton y el delantero John Robertson eran las piezas clave de este equipo que sorprendía a propios y extraños.
De la gloria a las catacumbas
A partir de ahí, la trayectoria del Forest volvió a la irregularidad destacando las semifinales de la UEFA obtenidas en 1983 y la Copa de la Liga ganada en 1989. Finalmente, el adiós de Brian Clough en 1993, tras dieciocho años en el cargo de entrenador, marcó el final de lo que fue una época gloriosa y memorable, como recuerda su estatua a las afueras del estadio.
Hoy en día, el Forest sobrevive en la Championship, aunque bien es cierto que puede presumir de ser uno de los pocos equipos que cuenta con más copas de Europa que ligas nacionales.