Por: Cristian Nielsen
En un fútbol necesitado de estrellas y comparaciones, un niño de tan solo ocho años, es nombrado como el sucesor de Lionel Messi, de 23 primaveras y con enormes laureles en su haber, además de un futuro más exitoso que su presente.
El chico en cuestión es Tomy Ángel, hijo del conocido exdelantero de River Juan Pablo, quien deslumbra en Estados Unidos con su habilidad y quien la prensa lo menciona como el “niño prodigio” y sucesor del rosarino.
Y si bien las definiciones son exageradas a tan temprana edad, lo cierto es que Tomy demuestra una habilidad pasmosa en comparación con sus compañeros. Extremadamente hábil, muy veloz y lo más parecido a Messi si se permite, es justamente la conexión entre habilidad y velocidad. Potente y asistidor.
Sin lugar a dudas un jugador distinto, pero al que habrá que llevarlo despacio y seguir enseñándole para que se convierta en un jugador completo.