El nuevo rescate encubierto del gobierno español al sector bancario rondará los 60.000 Millones de euros

Por Gagbja @Loquemepasapor
Con el final del verano algunos medios de comunicación, como “el Financial Times”, han decidido informar a sus inversores más despistados sobre el nuevo rescate encubierto a la banca española por parte del gobierno y que cifran en torno a 50.000 millones de euros o el equivalente al 40% del Core Tier 1.

Activos Fiscales Diferidos DTA


Algunas otras fuentes elevan esta cantidad a 60.000 millones de euros, siendo esta última más probable ya que los 50.000 millones de euros por el “Financial Times” es la estimación realizada al cierre de junio de 2012.
Lo primero que he observado es que esta noticia no ha provocado excesivas reacciones negativas ni entre los medios más críticos a la política económica del gobierno español, ni en las redes sociales, más bien se ha visto como una noticia positiva, capaz de mejorar las provisiones de capital de la banca española y de mejorar la confianza de los prestamistas extranjeros. En definitiva, una medida que estabilizara al sector bancario español frente a futuras tensiones de los mercados.
Una vez presentadas las bondades de la conversión de los “activos fiscales diferidos (DTA)en “Créditos Fiscales”, incluida la tan añorada igualdad de oportunidades de la banca española frente a competidores internacionales como por ejemplo Italia que aplica esta legislación desde el año 2010, ahora toca presentar la auténtica realidad de esta medida que supone un nuevo rescate, entes caso encubierto a la española, sino que permite cerrar el círculo sobre los restantes activos tóxicos encubiertos por la banca española procedentes de créditos al promotor y que de manera consciente se ocultaron en el primer rescate recate con el fin de no disparar el déficit público aún más. Recordemos  que el rescate a la banca supuso un déficit del 7,1% sobre el PIB en 2012, mientras que el resto de conceptos tan sólo sumaron un 3,6% sobre el PIB, por cierto, muy cerca del 3% pactado por los dos grandes partidos.
En primer lugar tengo que reconocer que una de las cusas de la falta de interés sobre esta noticia es la utilización de un lenguaje especializado que impide comprender a la mayoría de los lectores la verdadera repercusión de la medida. Si te habló de “activos fiscales diferidos” y de la transformación de los mismos en “créditos fiscales”  que podrán incorporarse en os “ratios de capital” posibilitando alcanzar el “Core Tier” impuesto por Basilea del 10,6%, evitando nuevas crisis antes futuras tensiones de los mercados, posiblemente pienses, de que coj… están hablando, pero aunque no entiendo nada, parece que el gobierno ha encontrado una manera de evitar que la banca siga chupándonos la sangre y con un poco de suerte hará que los futuros recortes sean más suaves. Pues estas equivocado de cabo a rabo.
En segundo lugar, esta medida puede llegar a impactar en el déficit público en un 6%/7% sobre el PIB por lo que serán necesarios nuevos recortes  para poder tapar este nuevo agujero de la banca española.
Para comprender esta medida, hay que retrotraerse al primer trimestre de 2013, cuando Moody’s avisó que aunque España hubiera utilizado una parte de  la línea de crédito abierta para rescatar el sistema financiero a la Unión Europea, sería necesario utilizar el resto hasta los 100.000 millones para hacer frente a los 50.000 millones de activos tóxicos de créditos a los promotores encubiertos por la contabilidad de los bancos. Este aviso para navegantes pareció haber caído en saco roto en su momento, pero ante la noticia de la transformación de los DTA en créditos fiscales por parte del gobierno, está claro que el aviso se oyó alto y claro.
Esta transformación de los DTA, de hecho no es ni tan siquiera una noticia de última hora descubierta por los avezados redactores del Finacial Times, ya el 1 de agosto, la Agencia de Calificación Fitch publicaba un informe titulado “Los Activos Fiscales Diferidos de los bancos españoles es sobre todo una medida cosmética” En dicho informe Fitch explica  que la banca española está intentando transformar 30.000 millones de euros de los 50.000 millones (según sus calculo podían llegar a 60.000 millones de euros) de DTA que mantienen en sus cuentas y que si bien a nivel de imagen puede resultar efectiva, a efectos de la calificación (rating) de los bancos españoles no tendría efecto alguno pues los DTA ya se habían tenido en cuenta para las determinar las actuales calificaciones.
En dicho informe, también avisa sobre el casi seguro aumento de la deuda pública, previendo un aumento de dicha deuda al cierre de 2013 del 99% del PIB. Es importante tener presente que será el Estados Español quien avalará el 100% de los créditos fiscales.
Pero el alcance de la medida sobre los ciudadanos depende de la estrategia que se utilice a la hora de valorar estos activos y existen tres estrategias posibles, la primera consistiría  en mantener la valoración de estos activos tóxicos encubiertos como DTA a valor contable actual y que esta fuera de mercado. En este caso, los bancos terminarían repercutiendo esta diferencia de valoración entre el valor real y el valor contable como pérdidas que no repercutirían sobre la entidad bancaria, sino sobre el avalista o no tributarían ni un euro sobre unas futuras plusvalías ya que estas ya las habrían cobrado mediante el crédito fiscal.
Una segunda posibilidad sería tener presente el valor de mercado de los DTA y conceder un crédito fiscal por el 50% del valor contable y mediante una maniobra de maquillaje hacer creer que el crédito fiscal se aplica únicamente sobre el 50%, manteniendo el otro 50% como DTA con valor contable irreal.
Esta segunda posibilidad permitiría a la banca además de aumentar su core de capital, si produjeran pérdidas, las sumiría el estado como avalista evitando la banca ser afectados a nivel real ni en su liquidez, ni en sus activos.
Tercera posibilidad, valorar todos los DTA de manera realista. Esta opción también sería ventajosa para la banca ya que conseguiría aumentar sus ratio de capital y si las cosas fueran mal no asumirían ninguna pérdida.
Por poner algunos ejemplos de la repercusión, en Bankia  estos créditos ascenderían a unos 8.000 millones, el 84% de su valor “contable tangible por acción – TBVPS”. En el Sabadell sería del 64%. En el Santander y Banco Popular un 40%. En el caso de BBVA y Caixabank, la cifra es de 20% al 25%.
En conclusión, la banca va a poder deshacerse de los activos tóxicos encubiertos que mantenían en sus contabilidades  a un precio fuera de mercado gracias a los generosos créditos fiscales concedidos por el gobierno y avalados por todos los españoles.
La banca gracias a esta generosa intervención, aumentará sus reservas de capital y esto le permitirá asumir nuevos riesgos con el fin de obtener mayores beneficios y si sale mal, ya vendrá el estado y el bolsillo de todos los ciudadanos de este país para asumir las perdidas y volverles a reflotar manteniendo este estúpido circulo en constante movimiento.
Por otro lado, los ciudadanos nuevamente tendrán que asumir  nuevos recortes que financien estos créditos fiscales y  por si esto no fuera poco, en el caso de que alguna entidad quiebra el Estado, o sea todos nosotros pagaremos el total del valor en deuda pública del crédito fiscal concedido, que alegría para los señores del banco que mientras ellos no perdonan ni un euro a los ciudadanos, los ciudadanos de manera generosa les perdonan todo el dinero que se les ha dado. Ya me gustaría ser banco para que me trataran de esa manera.
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