Superados los años de bonanza social y una vez que se ha acabado el ciclo expansivo de la economía global parece que hemos entrado en una nueva etapa. Según parece hemos tocado fondo en la crisis y ahora estamos recomponiendo el nuevo modelo de vida que se adapta a la situación económica mundial. Los gurús dicen que ya no volveremos a gozar de tanto despilfarro y que el dinero no fluirá con tanta alegría. Por eso ha sido necesario ajustar las velas, apretar el cinturón y aprender a navegar en este mar revuelto.
El ganador dice: Resistiré
Por mal que nos vayan las cosas y aunque este año que se va no haya colmado nuestras expectativas conviene no quejarse mucho y siempre mirar hacia adelante. El pesimista se deja llevar por el pasado que no se repite, el presente incierto y el futuro nada seguro. Sin embargo el optimista decide voluntariamente centrar toda su pasión en construir el futuro con paso firme cada día que sale el sol. Al ganador no le pesa el pasado ni le agobia el futuro; simplemente decide vivir plenamente el presente. Así, sin darse cuenta, va construyendo un porvenir de forma sólida.
No nos dejemos arrastrar por la malas noticias, la corrupción o el desempleo. Como Victor Frankl, el fundador de la logoterapia, nos enseña todos podemos decidir cómo queremos vivir nuestra vida, aún en la más completa adversidad (él tuvo que vivir y sufrir en varios de campos de concentración).
Recomiendo la lectura de su libro “El hombre en busca de sentido” Sólo con fuerza interior y buenas dosis de resiliencia lograremos afrontar con éxito el nuevo año. Con querer algo no es suficiente, hay que intentarlo y luchar fervientemente por ello. Resistir, vencer, ganar.