-Remate un tanto raro, a tenor de lo ofrecido anteriormente, a la trilogía.-
Lo que nos cuenta. Johauna llega a un extraño y mágico lugar donde consigue más preguntas que respuestas pero, al menos, ve como la rota espada Vencedrag es forjada de nuevo, de forma algo distinta, pasando a ser la espada Paz. Cuando consigue volver a Penhaligon, las cosas están muy revueltas y no consigue un apoyo claro en su propuesta de ir al encuentro de las extrañas criaturas que están llegando a este mundo, ahora que todavía no son demasiadas. Tercer y último volumen de la trilogía Penhaligon.
Mi opinión. Remate a la trilogía alejándose de lo relativamente distintivo dentro de este tipo de libros fantasía bajo franquicia y abrazando lo más común, con espacio para mitologías nórdicas en medio de las fantásticas más habituales en estas lides, de ritmo más pesado por más que sucedan mil y unas cosas, personajes ad hoc y seguramente entretenido para los aficionados más irredentos a este tipo de asuntos AD&D.
Destacado. Que toma unos rumbos diferentes a los anteriores volúmenes.
Potenciales Evocados. Multitud de trabajos basados en conceptos y trasfondos del AD&D, ya sin nada especial que diferencie este libro.