Sarah Waters
En suma, quizá el mayor mérito de El ocupante reside en el hecho de aunar muchos géneros a la vez, a saber: la intriga psicológica, los cuentos de fantasmas, la ambientación en el pasado y la novela familiar, de modo que puede convencer a lectores muy diversos. Supone, además, una demostración de que la buena literatura no está reñida con el entretenimiento, porque este libro se lee como un page-turner y, al mismo tiempo, queda claro que Waters ha planteado esta historia con mucha inteligencia. En definitiva, en El ocupante el lector encontrará una novela para disfrutar, oscura sin ser de terror, con personajes atractivos y una sucesión de acontecimientos que lo atraparán desde el principio. Una muy buena opción, sin duda.