Entrevista a Diego Herrera, ediciones Croupier: Por Andrés Castaño
AC: Muchos editores muestran su preocupación por el futuro de la industria editorial, teniendo en cuenta la tendencia a la recesión mundial, el poco interés en la lectura y la aparición de los libros electrónicos. ¿Esta crisis servirá para darle un nuevo aire?
D: Nosotros vamos, no en contra sino en paralelo a ese sistema del que hablás, así que no sabría decirte. Lo cierto es que por más tecnología que surja, el libro como tal va a seguir existiendo. Es como el cine: Podés montarte un equipo de última generación en de tu casa pero la gente igual va a ponerse bonita, se va a parar en la cola, va a pagar la entrada y a ver la película en la sala. Nosotros proponemos otra cosa, que tu obra llegue primero a tus manos y después al mundo. La recesión literaria empieza y termina por uno.
AC: ¿Cuántos años lleva El Croupier editando totalmente gratis?
D: Meses. Al principio arrancamos como tantas otras editoriales: cobrando. Pero, cuando alguien te paga piensa que es el dueño de tu ser, de tu tiempo. Y es muy difícil trabajar así. Fue entonces que nos dimos cuenta de que lo mejor era financiar nosotros mismos las obras y publicar a quien quisiéramos, a nuestro modo. Aún así, es muy difícil trabajar con algunos autores, ja.
AC. ¿Cuál es el valor al público, de un libro editado por Ediciones Croupier? ¿Sus libros se consiguen fuera de la Argentina?
D: Supongo que preguntás por el valor de venta al público. Te resumo la idea para que vos te hagas TU propia idea. Nosotros hacemos tiradas pequeñas (entre 60 y 200 ejemplares). Las editamos, armamos la tapa, la diseñamos y organizamos una presentación. La mitad de los libros vendidos cubren el gasto editorial, el resto es del autor. Es decir que si el libro de costo nos salió 5 dolares, lo vendemos a 10. Simple. Con respecto a la venta afuera de Argentina. Las editoriales acá se manejan con distribuidoras, que son quienes mueven tus libros y los acercan a las librerías tanto de acá como del mundo. Para que una distribuidora se fije en vos, tenés que publicar mucho. Nosotros arrancamos hace poco. Pero vamos por el buen camino. Así que es probable que dentro de poco podamos hacer llegar los libros a Colombia, por ejemplo.
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AC. En Colombia casi ningún editor publica libros de poesía. Como editor, ¿qué piensas sobre el tema?
D. Como te conté, nosotros hacemos una tirada pequeña y vendemos los libros. Ese es nuestro compromiso, con el cual siempre cumplimos. A su vez, el autor también tiene un compromiso, que es el de difundir su obra e invitar a la gente al evento. Nosotros no publicamos por género sino por grado de compromiso. Así que no importa si es poesía, prosa, novela o relatos. Publicamos a personas. A mí, particularmente, la poesía me gusta poco. Sin embargo, hemos publicado dos libros de poemas geniales.
AC. En ese mismo sentido, ¿crees que es posible conseguir autores con novelas de alto nivel artístico (por ejemplo las de Proust, Thomas Mann, Tolstoi, Joyce, Flaubert, Faulkner, Sábato, Rulfo, etc.) como ahora ya no pueden verse.
D: ¿Cómo que ahora no pueden verse? Hay escritores buenísimos. De nuestra cosecha, por ejemplo. Hay genialidades por doquier. Lo que no hay es prensa ni accesibilidad. Nosotros intentamos que esos tipos, los tapados, los que vienen dándole a la tecla y la palabra en silencio hagan un poco de ruido. Es cuestión de tiempo para que escuches de ellos. El principal problema del escritor es el escritor mismo. Su inseguridad, su ego. Su miedo al no ser aceptado… Lo cierto es que cuando vos tenés que decir o hacer algo, lo decís o lo hacés; de lo contrario, mejor quedate en tu casa viendo la tele. Nosotros representamos el movimiento. ¡Te publicamos gratis! Así y todo, sólo hemos publicado 13 obras. Curioso, ¿no?
AC. ¿Se puede seguir esa línea clásica para elaborar una prosa atrapante, o han cambiado los tiempos?
D. Como bien sabés, actualmente estamos presentando una antología latinoamericana, con gente de México, Chile, Bolivia, Costa Rica, Guatemala, Colombia, Uruguay y Argentina. Entre ellos, sin mencionar a nadie para no herir susceptibilidades, hay gente de prosa ejemplar. Los tiempos son otros, ya no vivimos en las cavernas ni en castillos. Proust no hablaba de mails, ni de web. Nosotros sí. Pero eso no hace que nuestras palabras tengan menos fuerza.
AC. Ustedes realizan una gran labor editando autores, no solo en Argentina, donde hay tantos y tan buenos escritores, sino en otros países, incluido Colombia. ¿Seguirá siendo viable financieramente tomar ese riesgo?
D. En la editorial somos dos. Paola Lopez (fotógrafa, coeditora y encargada de armar las tapas) y yo. Para cada libro hemos recibido el aporte artístico de diversos artífices, tanto de la pintura y el dibujo, como de la fotografía y el diseño. En las presentaciones solemos abrir con músicos, cantantes, instrumentistas… Es decir que no sólo somos una editorial sino también una excusa para reunir a diferentes creativos. Los libros se financian de diferentes modos: con nuestros sueldos de oficinistas, con la ayuda de algún productor (entiéndase una persona que cree en el proyecto y aporta algo de capital) o con la venta de las antologías, que anualmente son cuatro: Una de poesía y otra de prosa Argentina y otras dos latinoamericanas. Qué quiero decirte con esto, que como sea le vamos a encontrar la vuelta para que lo económico no sea un problema. Vamos a seguir publicando. Mientras sigan existiendo la tinta, el papel y la gente con imaginación, vamos a seguir publicando.
AC. En una ocasión hablamos acerca de publicar una novela en la editorial Ediciones Croupier y me decías que tendría que venderse mucho. Hay cierto temor, ¿pero no puede ser una obra de un escritor novel, ese billete de lotería que impulse definitivamente a su editorial, como cantera de buenos escritores a los que muchos editores no les dan la oportunidad?
D. Sí, claro pero no es nuestra intención en particular la de vender. Si uno de nuestros libros trasciende a niveles insospechados, enhorabuena. Pero si no… Uno no hace un libro pensando en ser famoso o intuyendo que se va a vender por millones. Uno lo hace porque tiene que hacerlo. Uno escribe porque su cuerpo y su mente y sus tripas se lo piden. No tiene escapatoria, lo tiene que hacer. Lo que pase después con él no es lo importante.
AC. ¿Qué aconsejarían a un escritor que no sabe qué hacer con su novela rechazada por todas las editoriales?
D. Que se acerquen a Ediciones Croupier. Para eso fue creada, para albergar a los parias, ja.
AC. ¿Podrías contarnos alguna historia que haya sido satisfactoria en la experiencia de Ediciones Croupier?
D. Todo el camino recorrido, desde que arrancamos hasta acá, es una historia satisfactoria. Armar tu propia editorial, publicar gente, montar las presentaciones y terminarlas bebiendo unas cervezas en el living de tu casa, con autores amigos… No es poca cosa. Incluso cuando no sale como esperás sale bien. Es un estado de la mente, si se quiere. Hacer. Ir por más. Contarte alguna historia en particular sería no hacerle justicia a la historia en su totalidad.
AC. Sobre la antología de cuento y poesía, ¿podrías explicar un poco más, cuál es la línea para editar?
D. ¿La línea para publicar? Nosotros hacemos una convocatoria, la gente responde. Algunos te envían sus textos sin la menor corrección, sin siquiera ese compromiso. Ese material lo descartamos automáticamente. Después, mientras esté gramaticalmente bien armado, mientras no sea panfleto de nada ni de nadie, avanti.
AC. ¿Cuántos autores están incluidos en éstas?
D. Este, curiosamente, es el libro número 13 que publicamos y el azar quiso que también seamos 13 autores. Incluyéndome. Siete argentinos y seis de otras tierras hermanas.
AC. En Colombia, varios editores independientes piensan que la crisis de la industria terminará por dar la estocada final a su oficio. En parte éste fenómeno se debe a que multinacionales como Prisa, primero y ahora Random House Mondadori, adquirieron a los principales editores que eran Planeta y Alfaguara. ¿Qué opinión tienes de esto?
D. Que el planeta y el mundo estén en crisis no significa que dejemos de hacer cosas. Uno se levanta y hace lo que tiene que hacer: seguir publicando. Acá, en Argentina, por suerte, hay mucho Arte popular e independiente. Existe un fenómeno llamado FLIA (feria del libro independiente y autogestionado). Es decir, otra manera de encarar el mundo de la literatura. Las variantes siempre están. Las mega corporaciones son eso y nada más. Como los mega supermercados, existen pero el almacén de barrio también. Curiosamente, en plena crisis, en Argentina, este es el auge de lo independiente. Es ahí donde uno demuestra de qué está hecho.
AC. Muchos autores se preguntarán qué géneros tienen más posibilidades de venderse. En ese mismo sentido, sería bueno conocer cuáles son tus gustos literarios. ¿Un editor puede verse influido por su gusto a la hora de decidir qué editar o qué no?
D. El autor que se pregunta sobre qué escribir para tener un lugar en el mercado mejor que se dedique a otra cosa. No sé qué harán los editores que cobran un sueldo por su trabajo, que arman grandes productos editoriales… Nosotros somos otro asunto. Ni mejor ni peor, sencillamente, diferente. Como escribiera Bukowski: “Si no te sale ardiendo de dentro, a pesar de todo, no lo hagas. A no ser que salga espontáneamente de tu corazón y de tu mente y de tu boca y de tus tripas, no lo hagas. Si tienes que sentarte durante horas con la mirada fija en la pantalla del ordenador o clavado en tu máquina de escribir buscando las palabras, no lo hagas. Si lo haces por dinero o fama, no lo hagas. Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama, no lo hagas. Si tienes que sentarte y reescribirlo una y otra vez, no lo hagas. Si te cansa sólo pensar en hacerlo, no lo hagas. Si estás intentando escribir como cualquier otro, olvídalo. Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti, espera pacientemente. Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa. Si primero tienes que leerlo a tu esposa o a tu novia o a tu novio o a tus padres o a cualquiera, no estás preparado. No seas como tantos escritores, no seas como tantos miles de personas que se llaman a sí mismos escritores, no seas soso y aburrido y pretencioso, no te consumas en tu amor propio. Las bibliotecas del mundo bostezan hasta dormirse con esa gente.
No seas uno de ellos. No lo hagas. A no ser que salga de tu alma como un cohete, a no ser que quedarte quieto pudiera llevarte a la locura, al suicidio o al asesinato, no lo hagas. A no ser que el sol dentro de ti esté quemando tus tripas, no lo hagas. Cuando sea verdaderamente el momento, y si has sido elegido, sucederá por sí solo y seguirá sucediendo hasta que mueras o hasta que muera en ti. No hay otro camino. Y nunca lo hubo”. Creo que eso lo resume todo.
AC. ¿Conviene vender una editorial cuando se piensa que no hay otra salida o hay que seguir adelante?
D. No sé, ¿conviene vender tu alma cuando estás cansado de que las cosas no te salgan? No lo sé. Es una elección personal.
AC. Por último, queremos que animes a los escritores que leerán esta entrevista, a participar en las próximas ediciones de antologías de editorial El Croupier.
D. Quienes necesitan ánimos para publicar después de haber leído esta entrevista quiere decir que no han entendido nada: No sean sus propios obstáculos. ¡Enciendan huracanes y alimenten mareas! Para decir NO ya existe demasiada gente sin imaginación. ¡SALUD!