Claudio Ranieri
Artículo escrito por Guillermo Fernández.
El Olympique de Marsella derrotó al Inter de Milán por 1-0 en el Velodrome en la ida de los octavos de final gracias a un gol de Ayew en el tiempo añadido de la segunda mitad.
El encuentro fue un tanto extraño. Los franceses ponían el fútbol y los italianos las ocasiones. Así, los pupilos de Didier Deschamps comenzaron muy intensos, dispuestos a comerse a un Inter en horas bajas en los primeros minutos. Diarrá ejercía de stopper en el centro del campo recogiendo todas las segundas jugadas mientras que Valbuena aparecía por todas las zonas del campo haciendo gala de su gran calidad y dando una sensación de peligro tremenda. Pero ni Brandao ni Ayew acompañaban al francés en su afán por desmontar a los de Ranieri, por lo que la única ocasión local de la primera mitad fue un buen disparo lejano de Azpilicueta. El lateral, uno de los futuros jugadores importantes del fútbol español, cuajó un sensacional partido.
El Inter, por su parte, sigue sin jugar a nada. Curioso que los más destacados sean Zanetti y Cambiasso, dos de los futbolistas más veteranos del equipo. Con Zárate tremendamente desacertado, con Snejder desconectado y con Forlán demasiado aislado, los de Ranieri tuvieron la fortuna de no encontrarse con un rival más ambicioso, porque les habría costado muy caro. Aun así, como buen equipo italiano, tuvo las mejores ocasiones en la primera mitad. Sobre todo en las botas de Forlán, que tuvo dos claras, y en las de Cambiasso, que disparó blando. El ex jugador del Atlético de Madrid sigue dando la misma sensación de falta de hambre que dio en sus últimos momentos como rojiblanco.
Con este panorama, ambos entrenadores introdujeron cambios en la segunda mitad pero ninguno de los dos se lanzó a por el partido. Los visitantes dieron por bueno el 0-0 pese al peligro que conlleva no marcar fuera de casa, mientras que los locales dieron un último arreón en el tramo final del encuentro. Ayew, desaparecido durante todo el encuentro, quiso regalar un último aliento a los aficionados desplazados al Velodrome al ver el fútbol en vivo. Avisó con un cabezazo que se fue por muy poco y con un buen disparo con el exterior que Julio César desvió a saque de esquina para, en esta misma jugada, rematar, con el tiempo cumplido, al fondo de la red para establecer el definitivo 1-0 en el marcador al más puro estilo italiano.
Así, Claudio Ranieri está en horas bajas y veremos si llega a la vuelta como técnico del Inter mientras que el Olympique de Marsella obtiene un gran resultado para la vuelta que le permite soñar con el pase a los cuartos de final de la Champions League.