Hoy Joaquín Torres recomienda El Orfeón Donostiarra. Cuentan las crónicas de esta entidad que en el mes de junio de 1897, un grupo de veinte cantores de la antigua Sociedad Coral dirigidos por Norberto Luzuriaga crean el germen de lo que meses después se convertiría en el Orfeón Donostiarra.
Por aquella época la Diputación Foral de Guipúzcoa organizó en la localidad de Mondragón el Concurso de Agricultura y Ganadería y la famosa Fiesta Euskara que se celebran anualmente. Estos veinte cantores primigenios prepararon un primer repertorio para poder ser presentado en dicha localidad y después en lugares distintos de la provincia.
Durante los primeros cinco años de vida del Orfeón, su repertorio era muy reducido. Pero si el balance artístico es escueto, se les reconoce a los fundadores una gran labor organizativa ya que durante este tiempo, en el que solamente se dio una veintena de conciertos, se celebraron noventa y seis reuniones de directivos y veintinueve asambleas.
En la actualidad, El Orfeón Donostiarra constituye una agrupación de cantores amateurs, unidos por el común amor al arte y a la armonía que, desde su fundación en 1897, gracias a su vocación por la excelencia, llevan su música a los pueblos del mundo.
El Orfeón Donostiarra tiene la vocación de ser un referente en el panorama sinfónico-coral internacional, constituyendo un motivo de orgullo para la sociedad española.