El origen de la lírica latinoamericana

Publicado el 26 julio 2019 por Carlosgu82

Tiene su origen en nuestro pasado ancestral. Existen evidencias de que los pueblos prehispánicos tenían consciencia del uso literario de la lengua, pero es de los Náhuatl, mejor conocidos como Aztecas o Mexicas donde encontramos los antecedentes de la poesía latinoamericana. No sólo cultivaron una poesía que fue manifestación de conocimiento y de espíritu religioso, sino que también tenían un concepto claro del hecho creador.  Pensaban que la poesía venía «del más allá, de la mansión de la vida, de dónde están los muertos o de donde proceden los niños: del Tamoanchan» (Alcina, 1957:61). Para los Náhuatl, las palabras tenían el valor de las piedras preciosas y la poesía era palabra hecha flor y canto. Explotaron la metáfora y utilizaron recursos como el paralelismo, el difrasismo (uso de dos frases) y el estribillo, lo que revela que su poesía fue expresión de preocupación artística.

Esta llama se ha mantenido viva hasta nuestros días y ha alentado el trabajo de nuestros creadores. Los poetas de Nuestra América han reelaborado estéticamente nuestras carencias y nuestros anhelos, nuestros dramas, nuestras luchas y nuestras pasiones en un intento de construir el imaginario poético latinoamericano. Tanto es así, que su obra ha trascendido nuestras fronteras y ha merecido el reconocimiento internacional.  Poetas como Gabriela Mistral (Chile), Pablo Neruda (Chile) y Octavio Paz (México) han sido merecedores del Premio Nobel de Literatura. Dulce Maria Loynaz (Cuba), Gonzalo Rojas (Chile), Juan Gelman (Argentina), José Emilio Pacheco (México) y Nicanor Parra (Chile) han sido galardonados con el Premio Cervantes, considerado el Premio Nobel de las letras hispánicas. Alvaro Mutis (Colombia) recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.

Otros poetas, se han convertido en emblemas de sus países y de Latinoamérica gracias a la popularidad de sus obras, tal es el caso de Mario Benedetti (Uruguay), Ernesto Cardenal (Nicaragua), Roque Dalton (El Salvador), Nicolás Guillén (Cuba). Hoy nuestros poetas y poetisas continúan hilando la palabra para cantar a la vida y a la muerte, al amor y al desamor, a los desalientos y a la esperanza.