Nos acercamos a Diciembre, la cena de empresa en Navidad es una de las tradiciones más arraigadas en nuestra cultura… pero, ¿de dónde viene esta costumbre? Hemos encontrado un antecedente que se celebraba durante el solsticio de invierno en tiempos romanos en honor a Saturno (dios de la agricultura), la festividad de Saturnalia.
Introducida en el 217 a.C. surgió como consecuencia de una derrota militar ante los cartagineses y pretendía elevar la moral de los ciudadanos tras el tremendo fracaso. Esta celebración era lo más parecido a nuestras cenas de empresa navideñas, ya que los romanos posponían todas las guerras y negocios durante 7 días, liberaban temporalmente a los esclavos y se intercambiaban regalos. Por ello se llamaba coloquialmente la Fiesta de los Esclavos.
El solsticio de invierno marcaba la celebración, destacando el fin del periodo más oscuro del año y el fin de los trabajos del campo. Las familias campesinas encontraban en los siguientes meses un descanso de la rutina agrícola.
Las fiestas comenzaban con un sacrificio en el templo de Saturno y un gran banquete al que estaba invitado todo el mundo. Incluso cuentan que señores y esclavos se intercambiaban los papeles.
En la actualidad esta costumbre se ha transformado en una comida o cena de empresa, donde en forma de reunión distendida alrededor de una mesa, jefes y compañeros dejan a un lado su rol en la empresa y se tratan de igual a igual. Muchas compañías aprovechan para hacer honores a los compañeros con más antigüedad, reconocimientos por el cumplimiento de objetivos… y ofrecer a todos los asistentes un regalo de empresa en agradecimiento por la lealtad a la compañía.
Los regalos de empresa suelen ser detalles que, bien forman parte de la tradición de la empresa como la clásica Cesta de Navidad con productos de alimentación, jamón ibérico, quesos, vinos… etc, o bien son objetos que de una manera u otra se identifican con el espíritu de la compañía.
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