Desafiando dicho mandato sobre el matrimonio, Valentín continuó casando a jóvenes parejas en secreto, hasta que fue descubierto por el emperador quien ordenó que lo encarcelaran y mataran. Durante las últimas semanas de su vida, uno de sus carceleros reconociendo en Valentín a un hombre de letras, lleva a su hija Julia, ciega de nacimiento, para recibir lecciones de él. Era una joven preciosa y de mente ágil. Así Valentín le leyó cuentos de la historia romana, le enseñó aritmética y le habló de Dios. Julia vio al mundo a través de los ojos de Valentín, confiando en su sabiduría y encontrando apoyo en su tranquila fortaleza. Ambos proceden a celebrar largas sesiones de oración, hasta que finalmente las sucesivas súplicas de la joven por contar con el sentido de la visión son escuchadas y Julia recobra la vista. En la víspera de su muerte, Valentín le escribió una última carta a Julia pidiéndole que se mantuviera cerca de Dios firmándola “De tu Valentín”. Así comienza la tradición de enviar mensajes de amor. Valentín fue ejecutado al día siguiente, el 14 de febrero del año 270 d.C., cerca de una puerta que más tarde fuera nombrada Puerta de Valentín para honrar su memoria. Fue enterrado en la que es hoy la Iglesia de Praxedes en Roma. Se cuenta que Julia plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. Hoy, el árbol de almendras es un símbolo de amor y amistad duraderos. En 496 d.C., el Papa Gelasio I declaró a Valentín el santo patrono de los amantes y la Iglesia Católica oficialmente incorporó a San Valentín en su santoral en 1969, considerado como patrón de los enamorados.
Puede ser que la naturaleza romántica y dramática de esta historia la hizo merecedora de representar el día del amor alrededor el mundo. Su conmemoración se inició en los países de habla inglesa durante el siglo XVIII y sólo hace algunos años dicha celebración se extendió a los países latinos quienes la celebran alrededor del mundo intercambiando obsequios y tarjetas que ponen de manifiesto el amor, la amistad y el cariño que se profesa a los seres queridos.
Diferentes celebraciones
En la actualidad existen miles de maneras de festejarlo, las más populares son las que se llevan a cabo al norte de nuestro continente americano, en donde nuestros vecinos de Estados Unidos y Canadá intercambian tarjetas y cientos de artículos de felicitación, conocidos como valentines, con sus amigos. Los ya mayorcitos hacen bailes y fiestas temáticas y los adultos mandan regalos y flores a sus seres amados. Todo enmarcado en rojo y lleno de redondos corazones flechados por cupidos.
En algunas áreas de Inglaterra, la gente hornea panecillos especiales hechos de semillas de alcaravea, ciruelas, o pasas. Por su parte, los niños ingleses cantan canciones especiales para la ocasión y reciben regalos, dulces, frutas o dinero.
En Italia lo celebran con un banquete especial y además algunas mujeres solteras se levantan antes del amanecer y se paran frente a la ventana esperando a que un hombre pase. Se cree que el primer hombre que vean, o alguien que se le parezca, se casará con ellas durante ese año. En Dinamarca, la gente le envía a sus amistades flores blancas prensadas llamadas gotas de nieve. Los hombres daneses envían cartas llamadas gaekkebrev, en cuyo remitente escriben una rima pero no firman con su nombre sino con puntos, uno por cada letra de su nombre. Si la mujer que la recibe adivina quien la envió, él la recompensa con un huevo de Pascua en esa fiesta.
A diferencia del día de los enamorados occidental, en Japón es la chica la que regala al chico algo de chocolate, en forma de corazón con el nombre de él escrito. Se suelen diferenciar entre maji-choco para dárselo a la persona de la que están enamoradas (hecho a mano o caro) y el giri-choco (más barato) que se lo regalan a los hombres de su entorno (padre, hermanos, compañeros de trabajo...).
Se suele medir la popularidad de los chicos según el número de “chocolates” que reciben ese día. Las chicas reciben su regalo el 14 de marzo, conocido como el White Day, a cambio de los regalos que hicieron el 14 de febrero. Sin embargo, existen lugares en donde llegan a combatir la costumbre de San Valentín, por ejemplo en algunos países como Pakistán, Malasia e India, grupos nacionalistas hindúes y organizaciones musulmanas queman tarjetas de San Valentín y prohíben las decoraciones en las tiendas, los corazones, las rosas e incluso el vestir de rojo ese día, ya que las demostraciones públicas de afecto entre ambos sexos están estrictamente prohibidas.
No importa cómo lo festeje, lo que en realidad tiene un significado es recordar a esa persona especial en nuestras vidas, ya sea por amor, compromiso o simplemente para festejar la alegría de estar con amigos, este día nos da la oportunidad perfecta para demostrarlo. Vía: http://publicidad.soriana.com/