Con “El oro del mar” Daniel Wolf nos acerca la tercera entrega de su ya convertida en saga sobre la Edad Media, con un libro menos extenso que los anteriores y que pierde también un poco de fuelle si se compara con sus predecesores, pero que asegura una lectura amena e instructiva, como ya es costumbre en este autor. Esta novela de ficción histórica llegó a mis manos a través del programa Edición Anticipada y te traigo la reseña para que la conozcas bien.
Daniel Wolf empezó su andadura literaria sobre la Edad Media con “La sal de la tierra”, libro con el que descubrí a este escritor que ahora sigo de cerca. Hace bastante poco leí la continuación titulada “La luz de la tierra” y me apasionó tanto que no dudé en aceptar la lectura de su última publicación “El oro del mar” cuando se me presentó la oportunidad. En esta nueva novela la historia se centra en los hijos de Rémy Fleury y su esposa: Michel, Balial y Blanche, que intentan seguir adelante con la actividad comercial heredada de sus abuelos y con la iluminación de libros en el caso de la joven Blanche. Sin embargo, Balial es un muchacho muy descentrado y, tras el asesinato de su hermano Michel y su fracaso en importantes negocios, decide embarcarse en una peligrosa empresa que salve el negocio y la economía familiar. Su hermana gemela Blanche desea acompañarle en esta aventura que les llevará hasta las aguas del mar Báltico y, por el camino deberán enfrentarse no sólo a los caprichos del mar y del clima, sino también a comerciantes sin escrúpulos, tiranos caprichosos, guerreros de otras culturas y otras vicisitudes propias del siglo XIII.
Aunque se trata de una novela interesante en lo que a contexto histórico se refiere y de lectura bastante amena, he echado en falta la garra de Wolf en sus anteriores libros. Esta historia es mucho menos turbulenta que las anteriores, define peor a sus personajes, las aventuras son menos apasionantes y carece de personajes antagonistas bien marcados como en “La sal de la tierra” y “La luz de la tierra”. La historia se desvincula casi por completo de la ciudad imaginaria de Varennes por primera vez en toda la saga, algo que no me ha gustado demasiado. En mi opinión, este tercer libro baja bastante el nivel con respecto a los primeros, por lo que me ha desilusionado un poco, a pesar de que creo que su lectura sigue siendo recomendable para los asiduos del género histórico.
Al parecer, el escritor está trabajando en otro libro que continúa con la saga y que no sé muy bien cuándo verá la luz, pero que espero que retome el nivel al que nos tenía acostumbrados hasta el momento y me gustaría que siguiese con los descendientes de la familia Fleury, ya que está genial la idea de recrear la vida de una misma familia y su entorno geográfico y cultural a lo largo de las décadas. ¡Nos tocará esperar!
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