Después de Utah en marzo de 2011, es el turno de Carolina del Sur de aceptar oro y plata como monedas de cambio legales. En Tennessee, Georgia, Colorado, Iowa, Minnesota……otra docena de estados sobre el territorio americano pretenden integrar también el oro en su circuito monetario.
Esta reintroducción de los metales preciosos en los circuitos monetarios es recibida con gran entusiasmo por muchos políticos de los estados involucrados. Hay varias razones para ello, en el campo del comercio internacional por ejemplo, el dólar ha perdido su esplendor, los países emergentes se están resistiendo al dólar y prefieren el Yuan o el oro antes que al billete verde.
En términos generales a nivel tanto del país como de los estados la economía esta mal.
El sistema de contribuciones se encuentra en declive, el dólar en caída libre, el crecimiento a media asta, la economía local se estanca.
En este desastre económico para los Estados Unidos, es natural que los estados contemplen la adopción de leyes que permitan legalizar el oro y la plata en los intercambios comerciales.
El oro como moneda de curso legal aparece como la única alternativa posible para estabilizar la economía local en un contexto de valores corrientes y volátiles. Esta nueva moneda legal no pretende remplazar al dólar, pero se posiciona como una alternativa estable.
Aun cuando el dólar es devaluado y la economía sometida a los asaltos mas violentos, el oro como moneda de intercambio garantiza las transacciones, y por su valor intrínseco asegura también el de las economías emplazadas en el metal precioso.