Un fuerte retroceso desde los 1.900 dólares la onza hasta los 1.770 dólares experimentó el precio del oro en su mayor caída en 18 meses dando cuenta da la violenta volatilidad a que ha llegado el sistema. Estos violentos movimientos de 50 o 70 dólares hacia arriba o hacia abajo provocados por la especulación masiva hacen que toda inversión sea insegura y dan cuenta que en las actuales circunstancias no hay nada seguro: todo da miedo.
El oro escaló sobre los 1.900 dólares la onza el lunes de esta semana. Con el desplome de hoy volvió al nivel de hace una semana cuando superó los 1.770 dólares la onza (ver gráfica). De acuerdo a The Wall Street Journal esta caída puede deberse al posible aumento de la renta variable (ayer el Dow Jones escaló 2,94%). Las acciones acumularon varias jornadas a la baja y se espera un rebote consistente tras el nuevo plan de estímulo que prepara Estados Unidos. Todo por mantener las apariencias.
Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización