El oscuro origen del día de San Valentín

Publicado el 06 febrero 2018 por Tdi @RLIBlog

En la actualidad, San Valentín es un día para sentirse obligados, una vez al año, a acordarse de la pareja. Es decir, es el culmen del romanticismo. Sin embargo, en los tiempos romanos, la cosa era bien diferente. Para empezar, no fue hasta su segundo rey, Numa Pompilio (753-674 a.C.), cuando tuvieron el mes de febrero, que a su vez no sería el segundo mes hasta el 46 a.C. con Julio César. Hasta entonces, era el último mes del año, un mes dedicado a la purificación ( februum).

El día 15 de febrero era un dies religiosus, siendo desaconsejable realizar cualquier actividad que no fueran las tareas básicas. Originalmente, ese día se celebraba una fiesta llamada Februa o Februatus. Posteriormente se conocieron como los lupercales, dedicado al culto del Pan liceo, establecido por Evandro como el equivalente griego de Fauno.


Los sacerdotes de los lupercales eran hombres de entre 20 y 40 años que habían sido pastores que habían establecido un grupo de seguidores. Se reunían en la gruta Ruminal (en honor a Rómulo y Remo) o Luperca (en honor a la loba) en el monte Palatino. Allí formaban dos asociaciones religiosas según su estirpe: los Quinctiliani y los Fabiani. Un grupo sacrificaba en el altar uno o varios machos cabríos y el otro un perro. También ofrecían pasteles de harina salados hechos por las vírgenes vestales. Dos sacerdotes subían al altar y se untaban la frente con sangre usando el cuchillo de sacrificio. Luego se limpiaban con lana empapada en leche y sonreían o se reían.


Tras un banquete, cortaban tiras ( februa) de la piel del animal y corrían desnudos o semidesnudos en sentido antihorario en torno al antiguo límite del monte Palatino. Con las tiras de piel golpeaban a todo el que pasara, especialmente las mujeres, que se interponían en sus caminos para que les atizaran en sus manos. Lo hacían con la creencia de que esto ayudaría en el parto a las embarazadas y facilitaría el embarazo a las estériles. Según Alban Butler, en sus Vidas de los principales santos (1756-1759), indica que los jóvenes extraían los nombres de las mujeres de un tarro, siendo emparejados mientras durara la festividad o más tiempo, si todo iba bien. Sin embargo, esta era una costumbre medieval combatida por los sacerdotes como Francisco de Sales, que lo sustituyó los nombres por santos y eran las chicas quienes los tomaban en el altar.

El día 14 de febrero de dos años distintos, el emperador Claudio II y Aureliano ejecutaron a dos hombres llamados Valentín (Valentín de Roma y Valentín de Terni), que luego fueron honrados como mártires por la iglesia católica y se les dedicaría un día. En algunos martirologios antiguos, hubo otro Valetín africano mencionado el 14 de febrero.
En base a esto surgió la leyenda de San Valentín de Roma, que daba misa y casaba en secreto a soldados romanos. Esta leyenda añade que discutió con Claudio II, a quien intentó convertir al cristianismo cuando este intentó convertirlo al paganismo romano. Luego, se dice que devolvió la vista a Julia, hija del carcelero Asterio, convirtiendose estos junto a los 46 miembros de su casa al cristianismo. Sin embargo, los registros contemporáneos de San Valentín de Roma fueron probablemente destruidos durante la "Gran persecución" o persecución de Diocleciano. Otra imprecisión es que Claudio II no permitiese a los soldados casarse, ya que, además de no proclamar tal prohibición, cuando vencieron a los góticos, les dijo a sus soldados que tomaran dos o tres esposas.

Posteriormente, según algunos autores, el papa Gelasio I combinó en el siglo V, el día de San Valentín con los lupercales. Aunque no sea una idea totalmente aceptada, algunos autores defienden que las costumbres modernas del día de San Valentín se originaron a partir de los lupercales. Por la misma época, los normandos celebraban el día de Galantin ("amante de mujeres"), que pudo llegar a confundirse.


Geoffrey Chaucer asoció San Valentín con el amor Parlamento de aves, escribiendo:

Pues esto ocurría el día de San Valentín,
cuando todas las aves acuden allí a elegir pareja

Esto lo escribió para conmemorar la unión de Ricardo II de Inglaterra con Ana de Luxemburgo el 2 de mayo de 1381. Aunque menciona claramente el día de San Valentín, posiblemente se refiera a San Valentín de Génova, cuyo día se celebraba probablemente el día 3 de mayo. No obstante, aunque el 14 de febrero no sea una época para el apareamiento de las aves en Inglaterra, debido al cambio del calendario juliano a gregoriano y la precesión de los equinoccios que alteraría la fecha de comienzo de la primavera, el 14 de febrero pasaría a ser el 23 de febrero. En esta fecha sí podrían cumplirse los versos de Chaucer.

La festividad siguió desarrollándose principalmente en el mundo angloparlante, extendiéndose a nuevos continentes con la colonización. En otros países también hubo celebraciones en torno al amor, pero fue San Valentín quien dominó este tema, especialmente desde su comercialización.

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