Collera fue ese especialista que el gobierno de Estados Unidos y especialmente la CIA vio con posibilidades de utilizar a sus servicios, como elemento importante para lograr la manipulación de la supuesta “ayuda humanitaria” al pueblo cubano, hasta lograr “reclutarlo” para esos propósitos.
Collera a través de diferentes viajes al exterior, entre ellos a Washington, recibió instrucciones para organizar una red nacional con personas afines a los intereses norteamericanos para prepararlos con vistas a lo que llamaron “ etapa pos Castro”.
El también agente Gerardo de los Órganos de la Seguridad del Estado, fue recibido por representantes del Departamento de Estado, el Consejo de Seguridad Nacional y otros funcionarios de la Administración estadounidense. Su propósito: erosionar el orden de la sociedad civil cubana y buscar pretextos que justifiquen la intervención yanqui.
Agentes de la CIA, como Manuel Alzugaray, estrechamente vinculado al Plan Bush, Héctor Cortés, emisario de la FUPAD de Colombia, los llamados “disidentes” Carmen Vallejo y su esposo Reinaldo Febles, están estrechamente vinculados a la SINA, según se denunció en el capítulo Ayudas peligrosas.
Ellos reciben orientaciones y financiamiento desde Estados Unidos para representar el rol de benefactores y distribuir medicamentos y otros medios, con manto de “ayuda humanitaria” a personas y niños enfermos de cáncer.
Pero la finalidad de estos personeros del imperio es la de tergiversar la realidad de la Isla y apoyar el recrudecimiento del bloqueo que tanto daño y carencias provoca.
Cuba tiene proyectos en desarrollo con más de 140 Organizaciones No Gubernamentales, pero bajo el principio de no injerencia en la nación caribeña.
Collera, al revelar estas informaciones desclasificadas por el gobierno cubano, expresa que defendió un principio básico de lealtad a la Patria y a sus próceres.(http://bloguerosrevolucion.ning.com/profiles/blogs/el-otro-diagnostico-del-doctor)