Desde hace unos meses andan negociando los clubes europeos las nuevas competiciones del próximo año, si los ingleses jugarán con los galeses, que si los escoceses se quedan solos, ¿qué harán los irlandeses?, si los franceses se unen con los ingleses, todas las combinaciones del mundo, y siempre con el mismo fondo, dinero, monedas, dólares, euros, libras o sestercios. La única pregunta es, ¿dónde voy a conseguir más dinero? Nadie pregunta por los aficionados o por los jugadores. Los que se visten de corto son mercancía, nosotros somos consumidores de productos, ya lo aliñarán para que nos guste, no debemos preocuparnos, hagan lo que hagan continuaremos viendo y respirando rugby, todo sea por la pasta. Y este camino es peligroso, muy peligroso para nuestro deporte, porque lo estamos hipotecando, creando una burbuja que explotará en el fútbol y que en unos años hará estallar el oval, porque cuando tu única meta es el dinero el resto pasa a un noveno plano, y el resto somos nosotros, esos pobres aficionados que planean un viaje a Perpiñán para ver un partido, o quedan por la mañana para unas pintas y el partido del Cuatro Naciones –se alarga con una comida y siempre termina con una resaca antológica, pero nadie nos robará las risas del día anterior-, o andamos como locos buscando partidos en Youtube, los mejores ensayos, ese placaje, esa noticia..., pero para ellos no existimos, somos muchos, si uno se va ya vendrá otro, y así avanzan, pensando en la pasta.
El entrenador de Toulouse, Guy Noves, habló del peligro de los nuevos tiempos, de la pérdida de tiempo que es currar con la cantera francesa, cuando Francia te pedirá los jugadores para los test de Otoño, tres partidos y el Seis Naciones, cinco partidos, ocho jornadas, dos meses, que no podrás contar con tus jugadores, mejor fichar a alguien del hemisferio Sur, se perderá como menos jornadas, y eso es peligroso, muy peligroso, para el rugby francés y para toda la base, porque sin cantera no hay futuro, No Young No Future. Soluciones, complejas, podríamos hablar del límite salarial para todos los equipos de Europa, fusiones entre clubes para crear una competición parecida a la Rabodirect –se habló hace unas semanas de la posible fusión entre Biarritz y Bayonne-, distribución del rugby a nivel mundial en una plataforma como Youtube, regalar los derechos televisivos a países sin tradición oval..., lo que quieran o se les ocurra, los organismos oficiales son todo oídos, pero prometan dinero, mucho dinero.
Para terminar esta gran foto de Diego Dolan